Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti.

viernes, 11 de octubre de 2013

Pedazitos de estrella fugaz.

Por algún momento creí que nuestros pedazos de existencia lograban unirse en algunas esquinas. A base de recuerdos y momentos me fui formando la idea de un gran cuadro lleno de pequeños pensamientos que formaban un todo y ese todo siempre me llevaba a ti.
El verte sonreír me producía tranquilidad, el que me miraras tiernamente un gran cosquilleo en todo el cuerpo y así tú llevabas las acciones y yo desencadenaba torpes emociones.
Tu risa aniquilaba mi corazón ingenuo y tus manos lograban llevarme a otro nivel sobre el suelo.
¿Qué más había ahí?
No existía nada en absoluto.
En mi atmósfera no se respiraba que mientras yo te sentía más cerca era cuando mucho más lejos estabas de mi. Mientras te vi ver la estrella fugaz y creer que deseabas por un nosotros, perdía tiempo de buscarme a mi misma.
Había estado buscando pedazitos de mi existencia en ti, uniendo esquinas y pliegues donde no existía un ancla firme al cual aferrarme, solo causando un gran desastre, un desorden.
Y ahora no tenia ganas de levantar nada, de ordenar nada, de acomodar nada. Solo quería quedarme ahí, justo ahí mirando los pedazitos desunirse y que las estrellas se los llevaran fugazmente.
Y ahora que el polvo de millones de estrellas me nubla la vista solo me acomodo a esperar que se vayan.
El cuadro ya desapareció de esta dimensión imaginaria.