Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Me hubiera quedado.

Me hubiera quedado contigo si en el momento en que mis celos salieron a flotes no los hubieras confundido con simples caprichos, si no con ese enorme miedo de perderte.
Me hubiera quedado contigo si tiempo atrás mis miradas hubieran sido entendidas por las tuyas.
Me hubiera quedado contigo si mi libertad se mantuviera latente después de diez meses dedicada a amarte.
Me hubiera quedado contigo si en el momento en que mis lágrimas me ahogaron tu hubieras llegado en mi socorro aprisionandome en tus brazos.
Me hubiera quedado contigo si la forma en la que me enamorabas al comienzo no se hubiera desvanecido en el tiempo.
Pero sabia que al quedarme contigo perdía todo de mi y no ganaba nada, nada mas que complacer tu eterna necesidad de poseer a alguien y poder demostrarle a la vida que eras feliz cuando estaba claro que entre tu y yo eso solo duro dos meses. Y preferí quedarme conmigo, comprendiendome en mi locura, en mis caprichos, mis celos, mis gustos, mis disgustos, y no creas que sufro con tu partida porque al irte entendí que no había estado necesitando nada más que poder encontrarme a mi misma y quedarme tranquila con eso. Miro atrás y a veces como esta noche deseo que las cosas hubieran sido distintas y en este segundo saber que estoy contigo, pero ya en el momento que pienso en irme a dormir con la certeza de que mañana al abrir los ojos y respirarle consiente a la vida que no estoy dentro de una relación que me asfixia y no me deja sacar lo mejor de mi.
Me hubiera quedado contigo pero eso traía consigo muchos riesgos y uno de los mayores era perderme a mi misma, y eso querido no era algo que tenia en mente.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Té y café.

Inconcientemente te espero, volteada a la ventana, con una taza de te en la mano, humeando, pensando. 
En la esquina con una luz tenue, frente a la ventana hay un inmenso árbol que obstruye los rayos del sol entrar por completo para llenar la mesa y enceguecerme. Miro la hora, bebo un sorbo de té, golpeo suave pero impaciente los dedos sobre la mesa, juego con las servilletas y vuelvo a mirar la hora. 
Hace mas de un mes que llevaba esta rutina, a las 10 de la mañana entraba en este café y aunque yo odiara el café tanto como levantarme temprano sabia que ahí mismo encontraba un té delicioso que me recordaba a haberme quedado en casa de mi abuela hasta muy tarde deleitándome de sus historias y su comida. Pero ya me perdí, disculpa soy distraída. Me sentaba justamente en la mesa de la esquina, al fondo, junto a una inmensa ventana que me permitía ver los autos pasar y la gente caminar, en eso me distraía. Rara vez llevaba algo conmigo, un libro o alguna revista interesante que cruzara por mis ojos en el momento de dejar mi departamento a unas 12 cuadras de aquí. 
La primera vez que entre fue buscando una dirección, era nueva en este barrio y sinceramente me aterraba incluso hablarle a una vendedora. Dentro de la charla me sirvió un café como una especie de bienvenida al barrio y sin querer parecer descortés tome la taza y me instale justamente en ese rincón. Y justo ahí, cuando creí que nada mejor podría pasar, te vi. 
Sonó la campanita instalada en la puerta y mis ojos se desviaron por si solos a ver curiosos quien llegaba, no pretendía encontrarme con ese perfil, con ese tono tostado de piel, esos ojos marrones de en sueño, esa barba de unas semanas, tu espalda ancha, ese cabello perfectamente arreglado para que se viera desordenado, tus labios gruesos y tu nariz muy ajustada a tu rostro. Sentí que paso una eternidad mientras te contemplaba y antes de que parecía una loca moví mi mirada al café que frente a mi se enfriaba, sonrojada. Moví mis dedos nerviosa, acomode mi cabello y mis ojos se armaron de valor para levantarse y volver a buscarte, sorpresa, estabas a dos mesas de la mía con tu postura vuelta de frente a mi. Sonreí y bebí café para actuar natural, aunque se que lo hacia fatal. 
Pasaron varios días, todas las mañanas me dejaba consentir por el olor de las galletas recién horneadas, los brownies perfectamente cortados, el olor a café que soportaba y mi tazón inmenso de té y obviamente de verte a ti. Conforme esto pasaba logre saber tu nombre sin tener que preguntarlo de frente, Mateo. Rara vez nuestras miradas se topaban, y curiosamente el tampoco venia acompañado de nadie. Me encantaba el misterio que surgía, querer averiguar cosas de el pero que la timidez que había nacido conmigo me lo impidiera me volvía loca, sabia que estaba perdiendo muchas oportunidades o quizás ninguna. Mientras observaba por la ventana me auto convencía de que tal vez, solo tal vez, Mateo ya estaba enamorado, quizás vivía con esa afortunada chica y de por si ya poseía una vida complemente armada y plena. Pero luego mis suposiciones se venían abajo cada mañana al ver que entraba solo, con una mirada feliz pero con la ausencia de algo. 

Pasaron dos semanas y un poco más cuando la silla que se encontraba frente a mi fue movida por sus morenas manos, enorme, como de oso, creo que estoy loca. Se sentó frente a mí sin decir nada, solo espero mi reacción. Dentro de mí nació una adrenalina combinada con una vergüenza que logro sacar de lo más profundo de mi voz un nervioso y realmente torpe: hola. Su sonrisa inmediatamente cubrió la mitad de su cara y como si nos conociéramos de toda la vida charlamos hasta que la dueña del café nos aviso que debían cerrar un momento para la hora de colación. Nos despedimos y dentro de mi sentí un vació al ver su existencia alejarse por la calle, pero se lleno de la felicidad de que por fin había podido hablarle. Su tono de voz era perfecto, causaba en mí una especie de electricidad que me recorría por cada vértebra. 
Y así luego de eso cada mañana charlábamos y luego nos despedíamos para ir a nuestras respectivas ocupaciones. Hace dos días me pidió mi número y durante la noche cuando trataba conciliar el sueño recibí un mensaje de el: Has pensado alguna vez cual es tu misión sobre esta Tierra? A veces de solo pensarlo no logro dormir, como esta noche. Disculpa si te desperté. No importaba, nada importaba, ni siquiera que la luz del celular hiciera que me dolieran los ojos. Convertimos esa noche de insomnio en un montón de preguntas existenciales, sin respuestas y repletas de dudas. A la mañana siguiente los dos tontos con sombras oscuras bajo nuestros ojos pero mucha más platica para nosotros. 
Esa mañana en particular estabas atrasado, ya debías haber llegado hace una hora más o menos para nuestro usual encuentro. Miraba mi celular esperando algún mensaje tuyo, alguna carita, algo y nada. La mesera pasó junto a mí, me miro nerviosa y dijo: Tal vez hoy no venga a desayunar, Marie. Oí en la radio que hubo un gran accidente entre la calle 8 y la 13, quizás sigue atascado en el trafico. Eso sinceramente me saco el corazón y dejo que aterrizara encima de la taza que por accidente, lo juro, tire por la mesa. Y justo cuando mi preocupación aumentaba la pantalla de mi celular se iluminaba con tu nombre y una llamada entrante, temblorosa atendí pero tu voz no fue la que escuche del otro lado. 
- ¿Hablo con Marie? -un nudo en mi garganta impidió que emitiera palabras, solo un callado "ajam" escupió mi garganta- habla con el paramédico Reese... -continuo- 

Mateo y mi corazón fallecieron esa mañana de 5 de Junio. En el mismo lugar donde nos conocimos, justo con el mismo té y el mismo café que solíamos beber. Rodeada de la misma gente me desmorone como si aplastaran un castillo de arena. Maldecir en ese momento no calmaba nada dentro de mí y las lágrimas salían de mis ojos ahogándolos y dejando una estela ardiente por encima de mis mejillas. Y con mi tristeza me moví hasta mi departamento, encerrada entre mis paredes, en mi silencio donde solo se escuchaba mi sollozo profundo me dedique a pensarte. Y llámenlo destino, arte de magia o algo por el estilo, pero en el segundo en que desbloquee mi celular cayeron muchos mensajes de whatsapp de el que no había recibido por no tener internet. 
"Hoy desperté y comprendí que la vida consiste en pequeñas misiones. Hace poco logre completar unas cuantas: acercarme a ti, hablarte, conocerte, hacerte reír, extrañarte, buscarte, encontrarte. Se que hay muchas más, lo tengo presente, pero la más importante de todas es enamorarte." 
"Jajajaja de seguro ya saliste de tu departamento, boba ¿cuando será el día que le pongas internet móvil a tu celular?”
"No te lo he dicho de frente pero cobardemente por aquí te digo que te quiero mucho Marie" 
"Se que no veras esto pero hoy te toca tomar café, se que lo odias pero si lo ordenas como yo lo escojo se que te encantara, a la Mateo ajajaja ok, mejor me dedico a conducir, te veo en unos minutos bella." 


Cinco meses después sigo en el mismo café, el mismo rincón, la misma ventana, el mismo sol, el mismo árbol, casi las mismas personas y tu recuerdo en una taza de café, imaginando tu risa, tus bromas, tu ronca voz, tus ojos, tus manos, tu figura sentada firme frente a mí. 

sábado, 4 de julio de 2015

Ame con el alma.

Como si saber el desenlace no me bastara para rendirme y ya dejar esta historia atrás. Pero ¡maldita sea! era tan adictivo volver a sentirte cerca, aun sabiendo que era por un tiempo tan corto, corto como todo, como tus caricias, como tus besos, como tu tiempo hacia mi. Y la espera tan eterna, el volver a encontrarnos para chocar como dos asteroides sin control y estallar en miles de millones de pedazos afilados. No podía contenerme, no podía resistirme a necesitarte tanto. Eres la enfermedad y la cura, eres quien rompe todo y puede volver a armarlo, levantas mi cielo y lo transformas en lluvia y no puedo alejarme, no puedo, no puedo, no puedo.
Mi maldición fue perderme en ti, en tus palabras, en tu apoyo, en tu sonrisa, en tu amor, en tu personalidad tan encantadora pero que por debajo de todo lo único que alcanzaba de mi era lo peor, lo mas deprimente, lo que me hacia sentir que podía morir si no estabas al menos dos segundos mirándome.
Te gritaría, te gritaría tanto si te tuviera de frente, hasta quedar sin voz, hasta quedar sin fuerzas y torpemente volvería a tus brazos a recobrar el aliento para luego seguir con esta dañina manía de tenerte y quererte para mi cuando se que nunca sera así, que siempre le pertenecerás a otra u otras, que se yo, el solo pensarlo me enferma.
Lo ilógico es que tu crees que yo no doy nada de mi, que no me doy cuenta de nada, y lo que tu no entiendes es que te ame, te amo y te amare con el alma aunque esta se me salga del cuerpo y se suicide antes que yo.
Así es, ame con el alma, con el corazón en la manga, ahí al descubierto y tu, tu sin poder verlo o aun así viéndolo sin hacer absolutamente nada mas que creer que con tu indiferencia podías hacerme bien.
Quiero poder saber que existes y que eso no influye en que mi respiración siga y mis pensamientos aun funcionen, quiero poder verte y que ya no sienta nada, pero aun así el recuerdo de todo me da la gota de amor que podría hacerme perder la cabeza. Cuando se trata de ti debo entender que no es nada bueno.

Ya no quiero amarte, porque hacerlo duele, duele tanto que.. no lo se, por favor ven.

sábado, 9 de mayo de 2015

Efímero.

Quedémonos tendidos, rendidos, disfrutando este momento. El silencio inunda nuestras miradas y a pesar de que todo parezca un sueño hay muchas palabras ahogándose en medio de los dos.
Mis manos se acomodan a tus formas, a cada milímetro de piel que protege tu rostro he destinado un roce distinto, grabarlo en mi memoria para siempre ha sido mi misión momentánea.
Contar tus pestañas, dibujar con los ojos cerrados la forma de tus cejas o sencillamente memorizar las lineas de tu mano, el tamaño de tus uñas, el ritmo de tu respiración.
Hay algo que se va guardando en las profundidades de mis pensamientos, allá donde los recuerdos son eternos, donde quizás incluso hay dolor oculto, tal vez muchas buenas memorias, fotografías mentales de momentos intactos que podría recrear si así fuera necesario, y finalmente ahí estas tu.
Junto con tu personalidad, tus manías, tus palabras, tus miradas, tus enojos, tu semblante, tu risa, tu desprecio, tu orgullo, tu amor, tu persona.
La cama se vuelve pequeña al verme tendida a tu lado, jamas me sentí aplastada por un momento pero esta era la primera vez. No había mucho que decir, ya nada podía cambiar ni dar marcha atrás, mi amor por ti era puro y tu locura por mi era cuerda dentro de todo lo que otros pudieran decir. Pero era necesario para ambas almas el encontrar el punto medio a todo esto y el destino marcado de que la separación inminente llegara a apartar dos reinos.
Rozando tus mejillas me percato de la sonrisa que tus labios forman y como un suspiro de mi corazón inunda el silencio que hasta ese momento se había vuelto tortuoso ¿como iba a poder sobre llevar todo esto? Solo quedaban minutos para que decidieras ponerte en pie, firme y marcharte dejándome como si jamas hubiera estado ahí.
Pero eso no sucedió, no te levantaste, no me ignoraste. Tus manos se adueñaron de mi cara y tu postura antes fría y lejana se acomodaba a mis formas y uniéndome hacia ti, atrayéndome como si fueras la luz que iluminara mi existencia, nuestros labios se unieron en un triste y romántico beso, que traía consigo esa gota de te voy a extrañar, fuiste lo mejor, y toda clase de frases cliché que no alegran el corazón pero si hacen mas miserable tu existencia. Fueron varios largos minutos de caricias con cuidado, de besos hasta el alma, y cortos los minutos en que me dejaste ahí, aferrada a una almohada, recordando los minutos anteriores cuando aun eras mio y yo aun podía decir con aires de grandeza que era tuya. La cama se hizo fría junto a mi, y mis mejillas también al verse llenas de amargas lagrimas que borran tus cálidas caricias.
Te recordare como nos mantuvimos prendidos en el aire de este momento efímero, ahí pegada a tu postura, unida a tus formas, enamorada de tu existencia.

viernes, 24 de abril de 2015

Loca suerte.

Es mejor esto a que me quede con la mano tendida esperando a que sea atrapada, o no se. Prefiero esto a que tu felicidad dependiera de mis estados emocionales tan cambiantes, sin rumbo, sin destino. No eras digno de recibí tales tratos, no necesitabas llenarte la existencia con mis ocurrencias y mis desaires, no permitiría que fueras tu quien sostuvieras los tornillos que mi cabeza regaba por toda la habitación. Tampoco podía ser yo un ser cuerdo que pudiera mostrarte la seguridad que merecías obtener después de tanto esfuerzo. Fueron varios meses de batallas campales, de locuras extremas, de extrañarse, de buscarse, odiarse e incluso amarse profundamente.
Pero entre buscarme entre mis pensamientos ajenos a encontrarme en esta realidad tan distorsionada a lo que yo encontraría como algo normal no encuentro absolutamente nada mas que la misma decisión dolorosa y sin fundamentos tan cuerdos.
Aunque así me gustaba ser contigo, loca, enojada, pesimista y optimista, mostrate lo peor pero darte lo mejor siempre. Vivías en la inconstancia de mis palabras y respirabas mis aires de lejanía, sin tiempo, cambiante, casi inmóvil buscándote, quizás nunca encontrándote por mi cuenta pero si lograbas llegar a mi.
Creo que corrí más rápido de lo que yo misma podía creer que lo haría y salí, me deje caer por el balcón y mis alas no se abrieron, no salí volando, no salí ilesa, aterrizar directo contra el frío suelo fue una de las peores cosas, porque entendí que no quería seguir estando en este papel extraño donde fingía no amarte pero en realidad mis células te buscaban casi por arte de magia.
Y aun asi mi orgullo monstruoso no me va a permitir emitir mas palabras hacia ti, te tomo y te lanzo a un armario oscuro donde oculta cosas que ya no quiere ver nunca mas, donde todo se llena de polvo y jamas vuelve a la vida, pero tengo una maldita loca fe en ti que creo que de ahi resucitaras y vendrás por mi como fantasmas de otras vidas, como reencarnaciones de la felicidad plena que pude sentir al tenerte y no aprovecharme de eso. Y deseo ¡Dios! como deseo que estés aquí una vez más, procurando bajar mis brazos para no herirte y de callar la voz para que no oigas nada indebido, no deseo más nada ahora que encontrarte de nuevo vagando por las calles de mi fría mente, de mi loca imaginación, y que te encuentres al alcance de mis pequeñas y dolorosas manos, búscame.

sábado, 21 de febrero de 2015

¿A donde?

Puede ser que rompa tu corazón tan fuerte y brusco que no sabras que fue lo que lo golpeo, pero no me culpes yo no tenía intenciones claras de querer causar todo eso en ti, tan pronto, tan espontaneo.
Hare que escribas piezas dignas de ser publicadas como los best sellers mas tristes nunca antes escritos, tan importantes que podrían hacer una pelicula sobre ellos, interpretame con la actriz que mas odies o quizas la que mas ames.
No creas que dentro de todos estos meses yo planeaba botarte de esta forma, ni que iba a empujarte hacia ese acantilado, la verdad no estaba escrito, imaginado, ni pensado. Solo sucedio, como sucedio que hoy precisamente dijiste las palabras exactas que hicieron detonar esta bomba dentro de mi implorando por un poco de espacio personal e independencia.
Pero no te engañes, es obvio que te extrañare, quizas te escriba un par de veces necesitando llenar esa falta de ti pero no creo que sea ciega al querer volver por milesima vez al mismo escenario.
Me voy dejando en ti lo mejor que pude dar de mi, mis mejores risas, mis mejores consejos, mis mayores muestras de amor, todos mis desvelos, los enojos y peleas, mis besos, mis caricias. Y me voy mucho antes de que mis guerras internas y mi realidad inminente acabe con cada bello recuerdo que de ti obtuve y que lograste darme con tanto amor y detalle.
Huyo de esto porque es mas fuerte de lo que yo misma crei poder soportar ¿A donde ibamos a parar finalmente? Temía por el futuro incierto, por las ganas de verte, por las instancias en que más te necesitaria y un puñado de letras no pueda llenarme el alma como si tu abrazo lo haria.
No derramo lagrimas porque a fin de cuentas me alegra que alguien como tu pueda encontrar algo más a pesar de mi, quizas volver a ese viejo amor que yo te arrebate con mi carisma y mis fuertes ganas de que fueras mio pero ya.
Eres de los unicos, esos que ame con ganas, con locura, con enojo y amargura. Recordado, por siempre y para siempre.

Te dejo.

domingo, 8 de febrero de 2015

Armas.

¿Sabes qué? ¡Ya basta!
En esta guerra levanto bandera blanca porque aun en la lucha por la paz he salido herida, aun cuando por tu boca salían granadas que aterrizaban directo a mis emociones tú seguías insistiendo que era por una justa razón, un bien común, pero yo no lo creo así.
Me dejaste desarmada cuando más entregada estaba, y directo hacia mis ojos tu aura lacrimogena me inundaba hasta creer que el aire no existía más y que el nudo en mi garganta provocaría que se partiera en dos como si nada.
Fuerte y estridente en mis oídos se escuchaban tus palabras, como bombas, ni siquiera bombas normales, bombas nucleares que arrasaban con cada uno de mis sentidos, mis maneras de quererte, mis locas ganas de buscarte y mis fuerzas para seguir en la batalla.
Aun cuando caigo rendida y frente a mi esa tela blanca tu guerra no cesa, tus manos no se detienen, tu fuerza incluso aun así aumenta y me siento débil, frágil y perdida.
Perdí todo derecho en esta batalla y solo me queda estar estática a ver una ultima jugada que termine por aniquilarme, que me destroce tan fuerte que puedas verme ahí frente a tus pies suplicando por que te detengas. O hasta que tu mirada acabe por darme la bala final que acabe con todo esto.

¿En tu corazón no existe una tregua?

domingo, 1 de febrero de 2015

Lo mejor de dos mundos, no, Hannah Montana no.

Mediante pasan los años siento que lo que va dentro de mi esta total y completamente aumentando. Una seguidilla de hechos, mentiras y secretos me han formado una roca dentro tan grande que podria aplastar un elefante con ella. Cosa que no haria porque los amo.
De todas formas no se, se supone que la idea de crecer sabiendo e imaginando que las mentiras son malas son cosas que deben ser mostradas de manera externa y no mintiendote directamente en la cara.
Ironicamente siempre tuve ese "don" si, llamemoslo don por ahora de siempre encontrar todo, o sea, se perdia algo en mi casa y era yo la encargada oficial de buscarlo y boila (wala) aparecia. Mala mia que no sabia que iba a funcionar en mi vida normal, o sea, fuera de yo querer buscar algo, las cosas aparecian ante mi como si nada, sin preguntarme, sin pedirme aunque sea por anticipado: ¡Hey! Buscame. Nada. Frente a mis ojos la verdad. Raramente puedo descubrir cuando alguien esta mintiendome directamente en la cara y a veces odio saber eso, porque en serio existen personas que consideran que mentir es lo mejor, lo mas sencillo y claro que nadie mas sabe que es una mentira. Tristemente que las personas crean que les creo me da pena.
Ahora, actualmente siento que voy guardando no se, odio no es, no podria odiarlo, pero si una especie de desconfianza desmesurada, lo peor es que si la gente me preguntara ¿por que? Hay muchas razones por las cuales les haria factible que este sentimiento si tiene motivos y si tiene norte.
Aun asi no encuentro las palabras correctas para sacarlo a flote, a luz o como se diga. Mi intencion jamas sera que decir la verdad frente a su cara sea tan doloroso como mentir, porque supongo que duele ¿o no? Quizas soy la unica que siente que mentir duele y teme porque la verdad sea descubierta. En este caso, yo dueña momentanea de esta verdad, de esta triste y realmente frustrante verdad, no se como sacarla a luz.
Se que si lo hago sentire un peso menos dentro, uno enorme, y estare cercana al perdon y todo eso que unicamente te hacen feliz.
Todo esto seria mas sencillo si a aquel persona no se le hubiera ocurrido querer llevar una vida casi como Hannah Montana, lo mejor de dos mundos, ridiculo, no se, chao.

lunes, 26 de enero de 2015

Olvida.

Te propongo olvidarte de cada uno de los recuerdos vividos y que en ellos yo protagonice alguna obra maestra. 

Olvida mi risa fuerte. 
Olvida mis caricias. 
Olvida mis locas ganas de verte. 
Olvida lo graciosa que podía verme.

Quédate en cero, como si yo no hubiera aparecido. Hagamos como que esas hojas del libreto jamas fueron impresas y que mis palabras dichas con plena sinceridad nunca fueron recitadas realmente. Una especie de alucinación, una locura sin pies ni cabeza, como amnesia, como debió haber sido. 

Olvida mis manos.
Olvida mis miradas. 
Olvida mi cabello desastroso. 
Olvida mis suspiros. 

Mantente al margen, no observes viejas fotografías ni esperes que te escriba como antes, aun cuando creas que seré la misma loca que corría a buscarte. 

Olvida que me conociste.

Y yo tratare de olvidar todo el resto.

lunes, 5 de enero de 2015

Coanrigenal.


Como un destello, como algo veloz. Habías vuelto y que ganas de poder haber estado mucho más lejos. No entendí hasta luego de varios días pensando el como había sido tan sencillo aparecerte como si nada y como si todo al mismo ritmo. Lo normal hubiera sido huir, lo más acorde a la situación era escapar y que nunca existiera. Pero en ti hay un egoísmo, una especie de necesidad, un vacío tal que es necesario dejarme seca para poder llenarte. Frágil y rendida, agotada y entregada a todo, como un va y ven ni siquiera un vaivén porque esos son menos pausados, esto se trataba de largos lapsos de espera y cortos momentos en los que sentía tenerte o algo así. Vomitaba palabras casi por arte de magia y mis manos se volvían locas, al igual que todo lo que había debajo de mi piel, cada emoción y razón que conocías perdía norte, perdía ese camino felizmente pintado con ese barniz de uñas gastado. Quería quedarme con el feo recuerdo de tu presencia pero tu entusiasmo por sacar lo mejor de ello me dejo pidiendo un respiro incluso de mi misma. Pero aun así cuando ni siquiera lo esperaba, cuando no tenia la armadura pulida, ni los tacones cambiados por unas zapatillas de guerra, aun cuando mi mascara de pestañas no era a prueba de agua me sentía lista para pelear y arrebatarte lo que era mio. Lo que un año atrás habías logrado obtener y aun con tus humos de recibir y jamas dar emprendiste un viaje eterno lejos de mi para luego aparecerte en los mismos meses y alardear con creces todo tu botín obtenido de mi. Lo que no sabías era que ya conocía tus tácticas, cada uno de tus movimientos, cada una de tus jugadas, tus formas de verme y de tratarme, tus ganas de que este y que eran frustradas porque yo siemplemente no estaba y no quería estar ahí para cumplir el capricho de tu existencia que aún cuando ya ha pasado el tiempo no logro descifrar el mensaje oculto, las letras pequeñas, lo subliminal, el subconsciente de todo este plan maligno, no sé si realmente esperabas encontrar algo especial en mi, si lo hallaste, si quizás buscabas otra cosa, si te hartaste de buscar o solo fue por diversión. Un año tarde y no encuentro la intención pero en mi ya se quedo ese instinto de no esperar de ti mas nada.. y a veces espero que sea mutuo.