Podía correr y sentirme como una pequeña otra vez, una y otra vez cuando se trataba de estar bajo tu preciosa sombra. Sus manos eran grandes, enormes, suaves y tersas, me trataban con amor cuando caía y no demoraban en ponerme en equilibrio una vez mas.
Sus pisadas firmes, seguras, enormes. Mis pies sobre ellas no lograban llenar ni media marca pero aun asi me encantaba encajar mis talones en ellas.
Tu voz insitaba a que mis pasos danzaran y mis movimientos se volvieran ritmicos de acuerdo a todas las melodias que tarareabas para mi, solo para mi.
Tus ojos iluminaban el camino que me llevaba a tus brazos y con tu sonrisa ahí podía decir que mi corazón se sentía como en casa.
Cuanto amor, cuanto amor, cuanto amor incluso cuando creí no merecerlo, incluso cuando no me sentí digna tu, tu amor, tu paciencia, tu entendimiento, tu perdón, tu gloria seguía ahí para que pudiera gozarme en ella.
TÚ ESTABAS AHÍ PARA MI
TÚ ME SALVASTE
TÚ ME DISTE PAZ
TÚ ME RODEASTE Y ME HICISTE TU PRINCESA.
TÚ ME HICISTE SENTIR PEQUEÑA UNA VEZ MAS
TÚ, ME AMASTE.
Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti.
martes, 14 de octubre de 2014
miércoles, 25 de junio de 2014
Insomnio.
Hay noches en las que simplemente me quedo mirando la oscuridad que existe al cerrar mis ojos y continuo pensando, imaginando, creando situaciones y diálogos inexistentes que claramente jamas serán interpretados. No estoy segura de que es todo esto, ni mucho menos que esta tramando mi mente. Me quedo atascada noche tras noche en la misma pregunta ¿cuanto tiempo pasara para que te acuerdes de mi.. o para que te olvide?
Tal vez cada una de las palabras, cada uno de los consejos, miradas complices, caricias y besos fueron realmente sobre valorados.
Tan poco tiempo llevo que te llevaras tanto de mi y claramente no se cuanto tardara a que todo esto vuelva a su lugar.
Un instinto en mi decía que debía alejarme de ti pero aun así esa curiosidad innata con la que nací me hacia adentrarme mas a lo que era tu mundo y caer en cada uno de los pequeños detalles que causaban un gran impacto en mi.
Y a medida que pasan los días, las semanas y meses me doy cuenta que eso simplemente jamas volverá, que sencillamente jamas lo tuve conmigo.
La parte mas triste de esta historia es querer saber con todas mis fuerzas como estas y no poder hacerlo por miedo a que mi mensaje se quede en la lista de cosas que realmente tienen muy poca importancia. Realmente no se por que sigo esperando algo de todo esto, ni si quiera se que espero.
La peor parte de todo esto no fue perderlo a él fue perderme a mi.
Tal vez cada una de las palabras, cada uno de los consejos, miradas complices, caricias y besos fueron realmente sobre valorados.
Tan poco tiempo llevo que te llevaras tanto de mi y claramente no se cuanto tardara a que todo esto vuelva a su lugar.
Un instinto en mi decía que debía alejarme de ti pero aun así esa curiosidad innata con la que nací me hacia adentrarme mas a lo que era tu mundo y caer en cada uno de los pequeños detalles que causaban un gran impacto en mi.
Y a medida que pasan los días, las semanas y meses me doy cuenta que eso simplemente jamas volverá, que sencillamente jamas lo tuve conmigo.
La parte mas triste de esta historia es querer saber con todas mis fuerzas como estas y no poder hacerlo por miedo a que mi mensaje se quede en la lista de cosas que realmente tienen muy poca importancia. Realmente no se por que sigo esperando algo de todo esto, ni si quiera se que espero.
La peor parte de todo esto no fue perderlo a él fue perderme a mi.
domingo, 27 de abril de 2014
Romántica.
Quiero escuchar la risa mas loca y fuerte al estar contigo,
perderme caminando y enredarme con mis propios pies y palabras convirtiéndome
en un desastre del cual tú estés dispuesto a arreglar. Hay nubes en el cielo
que se alegran al vernos pasar y el sol no deja de brillar para que todos los
colores de esto como nunca antes sean los más brillantes.
Esas miradas al futuro, esos pasadizos
secretos a mis pensamientos ocultos, estas consiguiendo cada una de las
oportunidades para conocerme en lo más profundo, quizás haciéndome confundir
con lo que yo misma pensaba y conocía de mí.
Es distinto así, todo el diferente si
estas aquí conmigo. La calle tan simple y normal puede ser un escenario
perfecto para vernos tal y como una pareja cursi de una torpe, romántica y en
exceso cliché película romántica dirigida tal vez por el mejor director de
Hollywood. Pero ¿sabes algo? actuar no es algo que este en mis planes al estar
contigo, siento que puedo ser toda yo. Esa misma calle me propone el seguir
caminando, quizás incluso bailar aquí mismo. No sé, contigo me siento en total armonía
y la seguridad en mi misma es obvia.
Los árboles gozan el darnos sombras
distintas y apagar brillos para mostrar en "oscuridad" luz, mucha
luz. Eso tan destellante que pueden irradiar tus ojos en un día de verano. Hablar
fuerte y hablar bajo me parece espectacular, gritar que me gustas o susurrarte
que muero por besarte, es un no se que, que produce otro que se yo en mi ser. ¿Puedo
sentirme asi de bien todo el tiempo? Que tu presencia sea permanente, que tu
amor sea cada vez más cálido, que los momentos sean bonitos, que los recuerdos
incluyan melodiosas notas de música, que tú y yo seamos eternos.
No sé, me siento romántica.
domingo, 13 de abril de 2014
Y bien.
Eramos como ese aroma que queda prendido en el aire, sin la presencia de la persona, claro.
El recuerdo de que alguna vez estuviste ahí esta, existe, lo recuerdo bien.
Tan bien que tal vez aun me incomoda tu ausencia.
No lo suficiente, no lo malinterpretes.
Aprendí a apreciar el aire luego de todo esto de una manera totalmente distinta.
Encontré algo más allá de lo que era.
Gracias a ti quizás logre dar pasos ciegos mucho antes de que me atreviera a hacerlo por mi misma.
No sé, sentir tu esmero en hacerme crecer se sentía bastante bien.
Pero ¿qué? habían pasado ciertos eventos y sucesos pero ya te habías marchado.
No te culpo, de verdad.
La verdad te agradezco todo, tu falta de sueño, tus risas constantes, tus mensajes, tus abrazos, tu amistad por sobre todo.
Es estupido solo escribir y no hablar, pero no soy buena hablando. Si escuchando.
Aunque se que no hay nada que quisiera escuchar en este momento, no lo tengo claro, ni determinado.
Tampoco sabría que decir.
Bien, el aroma de tu ausencia se sentía cálido pero jamas pesado, tenia un trasfondo un tanto melancólico pero estaba bien.
Estoy bien.
Estas bien.
Bien.
Ya no hay más que escribir, ni decir, ni nada. No hay nada.
El recuerdo de que alguna vez estuviste ahí esta, existe, lo recuerdo bien.
Tan bien que tal vez aun me incomoda tu ausencia.
No lo suficiente, no lo malinterpretes.
Aprendí a apreciar el aire luego de todo esto de una manera totalmente distinta.
Encontré algo más allá de lo que era.
Gracias a ti quizás logre dar pasos ciegos mucho antes de que me atreviera a hacerlo por mi misma.
No sé, sentir tu esmero en hacerme crecer se sentía bastante bien.
Pero ¿qué? habían pasado ciertos eventos y sucesos pero ya te habías marchado.
No te culpo, de verdad.
La verdad te agradezco todo, tu falta de sueño, tus risas constantes, tus mensajes, tus abrazos, tu amistad por sobre todo.
Es estupido solo escribir y no hablar, pero no soy buena hablando. Si escuchando.
Aunque se que no hay nada que quisiera escuchar en este momento, no lo tengo claro, ni determinado.
Tampoco sabría que decir.
Bien, el aroma de tu ausencia se sentía cálido pero jamas pesado, tenia un trasfondo un tanto melancólico pero estaba bien.
Estoy bien.
Estas bien.
Bien.
Ya no hay más que escribir, ni decir, ni nada. No hay nada.
viernes, 11 de abril de 2014
Nada importaba.
¿Qué iba a pensar la gente? O sea, no era algo normal o algo muy
convencional. El sentirnos llenos con la voz del otro pero, que esa voz fuera
emitida no por el aire, si no, por una de esas video-llamadas que resultaban
ser el único medio alcanzable para poder sentirnos mas cerca el uno del
otro.
La gente decía: ¡wow! él es de Ámsterdam y
tú una chilena ¿como lo hacen? ¿Cómo se conocieron?
El turismo siempre fue mi pasión y Ámsterdam
para mi era un sueño, un sueño que estaba a pocos meses de alcanzar, jamás pensé
que dentro de ese sueño estuviera oculto uno mucho mayor, uno que llevaba una
liviana barba, un curioso acento, manos grandes y ojos color café late.
Tardaron solo 5 días para que yo me enamorara perdidamente de ti y que tu me
pidieras que fuera tu novia, idea loca, hasta ahora lo pienso pero sin duda la
mejor. Nos unía una lengua ajena, ni tuya, ni mía, el ingles que manejábamos
con torpeza pero que nos permitía al menos no sentirnos como dos
extraterrestres con muchos sentimientos dentro. Dejar esa tierra de ensueño y
dejar al hombre que me quitaba el sueño fue tal vez la cosa mas difícil que
haya tenido que hacer en mi vida, incluso mas que decidir que carrera escoger y
romperle el corazón a mi madre al no seguir esa vida de doctora que deseaba
para mi. No se, no entiendo. Jamás entendí porque siempre en las despedidas el
cielo acompaña a mis sentimientos, hace la escena perfecta, un cliché ridículo.
El aeropuerto me pareció el lugar mas solitario a pesar que estuviera atestado
de gente luego de darte ese ultimo abrazo, ese ultimo beso y escuchar ese: See
you later, love you.
Un largo y doloroso viaje donde solo
dormir gracias a unas pastillas logro que no pensara en ti, al menos eso creí, soñé
contigo cada hora.
¿Que importaba lo que la gente pensara?
Era mi historia de amor, era nuestro sueño secreto mejor guardado, era ese café
de media tarde que tanto nos encantaba, solo a nosotros dos. Dos, dos, dos,
solo dos. Las horas de diferencia siempre jugaban en contra, pero no importaba,
deseaba esas ojeras de amor bajo mis verdes ojos. Deseaba verte a pesar que el
tocar la pantalla de mi computador fuera mas frió que el hueco junto a mi y tu
soledad llenándolo por completo. Solíamos llorar, llorar en silencio, me decías
lo angustiado que te sentías por no poder secar cada lagrima. Reíamos a veces
sin parar de ciertas cosas sin sentido, o incluso quedarnos profundamente
dormidos.
Era nuestro mundo, nuestra historia de
amor, un tanto incomprendida, jamás apoyada pero por sobre todo la más atestada
de comentarios, chismes y consejos mal intencionados. Yo me mantenía firme a
tus promesas y tu abrazabas cada una de las mías. Encontrarnos en un punto
medio de nuestras vidas, amarnos para toda la vida, demostrar que lo nuestro
era mas que un amor de vacaciones o ¿que mas? una niñería, sí, así lo
llamaban.
Cuatro largos años pasaron y ahogada entre
la distancia, la soledad y las ganas de verte. Amándote con cada fibra de mi
cuerpo, deseando tocarte como si eso fuera a desatar vida eterna dentro de mi,
te vi salir del abordaje del aeropuerto, jamás sentí las piernas tan firmes y frágiles
al mismo tiempo en que me acompañaron en correr y saltar a tus brazos como por acción
mecánica de querer sentir mi cuerpo junto al tuyo, en su encaje perfecto.
Sentir tu aroma y llenarme de recuerdos, esa primera vez que te vi en ese café
de lectura, en el que me pediste un lápiz. Y besarte ¡oh! ¿Podía morir y vivir
al mismo tiempo? Sentía como todo mi cuerpo se elevaba, ignoraba la cantidad de
gente que nos rodeaba y las lágrimas de felicidad plena y máxima me inundaban
por completo. Cuatro largos años lo valía completamente, al menos si era para
verte diez minutos, pero no...
Nuestra historia de amor estaba escrita de
una manera caótica, preciosa y perfecta, tanto así que junto a tu enorme maleta
aterrizaba en mi país cientos de miles de tus cosas, y más de ellas próximas a
llegar en unos días más. El sueño de verte cada mañana y abrazarte cada noche
se había convertido como de princesa en realidad y vivir junto a ti de ahora en
adelante fue el broche de oro a toda esta espera.
¿Que importaría ahora que diría el resto?
Nos tomarían como ejemplo de amor verdadero, falsos todos al no creer, al no
tener la fe necesaria o el corazón tibio para creer que esto desde el comienzo
funcionaba.
Y esto escribo y escribo mientras lloro
frente a la pantalla del monitor en una habitación oscura, me miras con
angustia y te sigo redactando mis sueños. No estas aquí. Solo ha pasado un mes
desde que te vi y nos enamoramos, solo ha pasado un mes desde que te espero con
locura.
lunes, 24 de marzo de 2014
Sueño color cielo.
Y casi como si
fuera un sueño ahí estabas, perfectamente posicionado frente a mis hombros. Mi anatomía
se volvía diminuta al compararla con la tuya. Tu mentón llegaba por encima de
mi frente y una de tus manos lograba envolver fuertemente una de las mías, en
cambio ni con ambas manos podía encerrar una de las tuyas. Tus pies siempre señalándome,
tu sonrisa siempre hipnotizándome, tus palabras ¡oh, como me volvían loca! Tu
voz grave armonizaba mis palabras agudas y tus maduras deducciones destrozaban
mis soñadores pensamientos, pero eso no importaba. Tus ojos más azules que el
cielo, tu sonrisa más blanca que la nieve, cada mechón de tu cabello en un
perfecto castaño. Toda una delicia era fundirme en tu abrazo, sentir ese aroma
que más tarde rondaba por mi bufanda y me hacia recordarte, pensarte, incluso
más veces de las que ya lo hacia. Me sentía enamorada, me hacías estarlo. Cada
detalle, cada caricia, cada mensaje. Era una sorpresa constante tus miradas,
ver tus pestañas, las pequeñas marcas en tu cara, tus labios tan atractivos,
tus cejas tan pobladas, las amaba a pesar de que fueran un tanto extrañas. Cada
mueca que me ahogaba en una carcajada, cerrar mis ojos con fuerza y volver a
abrirlos para encontrarme con tu blanca imagen y tu dulce voz. Caminar por la
calle, por el parque, por la playa, por la vida juntos. Que paz sentir tu
abrazo, que paz sentir tu respiración ¡que maravilla de besos! Llámame loca y
perdida, pero la cordura pierde su rumbo y su estancia en mi cabeza cada vez
que tu presencia se acerca a mi existencia. Pequeña en mi misma pero ahogada en
este enorme sentimiento que es solo tuyo. Quiero besos, quiero caricias, quiero
caminar, quiero perderme en tus ojos de cielo, quiero tu aroma. ¿Concédeme una
vida junto a la tuya? Tardes enteras de chistes sin sentido, miradas
penetrantes, sonrisas tímidas y coquetas, ese sofá puede ser el mejor lugar del
mundo entero si solo estamos los dos con la música bajito, bien bajito, como mi
voz al decirte al oído que me muero de amor por ti. Tus manos tibias en mis frías
mejillas, mis besitos en tu nariz. La electricidad que recorre por mi columna y
todo mí ser luego de que dices lo mucho que me amas. Permíteme esta felicidad
adictiva el resto de mi vida y de la tuya, quiero compartir esta dosis de
locura y romanticismo con mi compañero favorito, solo tú, solo tú.
domingo, 23 de marzo de 2014
Gloria.
Hay que bailar, danzar, gritar fuerte y batir el pelo.
Guerrera la tormenta paso.
El sol esta brillando y las nubes se despiden.
¿Creías que esas lágrimas serian eternas?
¿Pensaste que te ahogarías?
Avanzar fue la cosa más difícil, incluso que curar tus heridas.
Darte cuenta que con las rodillas no llegabas a ninguna parte.
Limpia esa cara.
Sacude tu vestido.
¿No ves como todo se esta repletando de flores y de ese dulce aroma a gloria?
El aire se volvió liviano en tu interior, respira en paz princesa.
Comienza a saltar alto por encima de tu alegría, más arriba, más.
Ve como tus brazos, tus manos sienten tocar el cielo.
Y en un ligero intento ya estas siendo libre.
Corre y perfecciona tu tacto, esta tocando el impacto de tu adrenalina.
Se acabo el dolor, se acabo la angustia.
Tu vida sera la aventura más bella, misteriosa y feliz.
Afirma los pies al suelo y pon la mirada en el cielo.
Es tiempo de sonreír.
sábado, 22 de marzo de 2014
Remolinos.
Habían mas espacios que llenar que tan solo el hueco entre mis dedos.
Existían mas sonrisas dentro de mi para salir a flote.
Creadas estaban esas palabras jamas susurradas.
Un sin fin de miradas.
Demasiado sueños, demasiadas canciones.
Quizás un sin fin de ilusiones.
Pasos aun no alcanzados.
Secretos no muchas veces guardados.
¿Buscaba una razón para querer hacer todo esto contigo?
Lo dudo mucho, jamas fuiste ese refugio.
A la deriva danzaba mi alma.
De remolinos emocionantes se repletaba mi mente.
Era tormentoso detenerse.
Y como si eso fuera poco el no tenerte me hacia un peso.
Sofocante el avanzar.
Caricias jamas dadas.
Suspiros perdidos con el oxigeno común.
Tarareo incesante.
Y esa ausencia penetrante.
Ven, llena los huecos, saca a flote las sonrisas, convierte los susurros en gritos, las miradas en palabras, los sueños realidad, las canciones dignas de ser todo un soundtrack en mi vida, que las ilusiones se rompan con el grandioso golpe de la firme realidad, caminemos juntos, vuelve los secretos en confianza pura, sé mi refugio, esa tormenta remolineante en mi cabeza, ese alivio de avanzar, la razón de millones de suspiros que lleven a este aire común a un nivel más allá de lo conocido como normal, tarareos de felicidad y tu presencia junto a mi vida.. entera.
Existían mas sonrisas dentro de mi para salir a flote.
Creadas estaban esas palabras jamas susurradas.
Un sin fin de miradas.
Demasiado sueños, demasiadas canciones.
Quizás un sin fin de ilusiones.
Pasos aun no alcanzados.
Secretos no muchas veces guardados.
¿Buscaba una razón para querer hacer todo esto contigo?
Lo dudo mucho, jamas fuiste ese refugio.
A la deriva danzaba mi alma.
De remolinos emocionantes se repletaba mi mente.
Era tormentoso detenerse.
Y como si eso fuera poco el no tenerte me hacia un peso.
Sofocante el avanzar.
Caricias jamas dadas.
Suspiros perdidos con el oxigeno común.
Tarareo incesante.
Y esa ausencia penetrante.
Ven, llena los huecos, saca a flote las sonrisas, convierte los susurros en gritos, las miradas en palabras, los sueños realidad, las canciones dignas de ser todo un soundtrack en mi vida, que las ilusiones se rompan con el grandioso golpe de la firme realidad, caminemos juntos, vuelve los secretos en confianza pura, sé mi refugio, esa tormenta remolineante en mi cabeza, ese alivio de avanzar, la razón de millones de suspiros que lleven a este aire común a un nivel más allá de lo conocido como normal, tarareos de felicidad y tu presencia junto a mi vida.. entera.
lunes, 10 de marzo de 2014
Consumido amor.
Oh, consumido amor.
Suelta y desata cada uno de los hilos.
Quiero volar, déjame caer con locura.
Quebrar el aire y el impulso con una carcajada ciega.
Abrir los brazos y no sentir gravedad.
Creer que el cuerpo caerá en con un majestuoso fino roce al verde cesped.
Ese en el que baile descalza cuando era verano.
Eran las nubes tan reales como alguna vez las vi soñadora desde el suelo.
Atravesarlas era como cortar con cada uno de los recuerdos.
El sol acariciaba mi tacto.
Y el viento se encarga de separar cada mechón de cabello.
Como te amaba.
Encontrémonos luego de que el suelo me atrape.
Con susurros y risas secretas te buscaré.
Déjame encontrarte.
Suelta y desata cada uno de los hilos.
Quiero volar, déjame caer con locura.
Quebrar el aire y el impulso con una carcajada ciega.
Abrir los brazos y no sentir gravedad.
Creer que el cuerpo caerá en con un majestuoso fino roce al verde cesped.
Ese en el que baile descalza cuando era verano.
Eran las nubes tan reales como alguna vez las vi soñadora desde el suelo.
Atravesarlas era como cortar con cada uno de los recuerdos.
El sol acariciaba mi tacto.
Y el viento se encarga de separar cada mechón de cabello.
Como te amaba.
Encontrémonos luego de que el suelo me atrape.
Con susurros y risas secretas te buscaré.
Déjame encontrarte.
jueves, 6 de marzo de 2014
Debiste haberlo sabido.
¿No extrañas nada?
Dime ¿había algo en el lugar de tu corazón o solo ese hueco
que hasta ahora pienso que existe? Tal
vez creías que mis emociones, mis sentimientos, mis actos y mis palabras eran
solo parte de un libreto o de los labios hacia afuera, pero déjame decirte que
eran mucho más que eso.
Literalmente tú cambiaste mi mundo. Me hiciste ver que había
colores inexplicables en mis estados de ánimo, que había matices ocultos, que existían
melodías de todos los ritmos y tiempos, que las gotas que caían del cielo no
siempre era lluvia y no siempre significaba tormenta. Conocí en mi lugares tan
sencillos como mis manos que se sentían tan débiles solo con el roce de las
tuyas, como mi sonrisa podía volverse completamente enorme solo con verte
respirar, llegaba a los extremos de la felicidad de un momento a otro. Otra ráfaga
de sentimientos locos e inexplicables que alborotaban mi pelo, mis ideas, mis
palabras mis pensamientos, mis acciones, incluso mis pasos se volvían torpes
con solo recordar las mariposas en mi panza, que en ese momento me hacían volar
por encima de la atmosfera y no necesitar el aire para seguir viviendo.
Y así, como logre sentirme tan agusto con todo esto, tan sencillo,
tan casi perfecto, la lluvia que no significaba tormenta asecha sobre mi ilusa
y emocionada cabecita y todo había terminado tan pronto como para no creer que
era cierto. Me costó respirar, me costó no dañar la palma de mis manos con mis
uñas ¡que puños apretados, Dios! Me costó reprimir las lágrimas y las punzadas
profundas en mi corazón, las alas de las mariposas se volvieron grises y su
torpe vuelo se detuvo como si alguien gritara ¡corte! Y no entiendo, no
entiendo. ¿Había algo tan malo en mí? Quizás
mis sonrisas eran demasiado grandes, quizás mis caricias demasiado bruscas, quizás
no era bueno estar despeinada, lo cursi quizás te harto, podría haberme
comportado menos como una tonta, debí haberte apoyado mas, debí haber hecho un millón
de cosas mejor, pero no sé, no sé qué fue lo que sucedió. Te llevaste los
colores, los matices, las melodías, las gotitas de lluvia e incluso el polvo de
las mariposas secas.
Y te miro y no veo absolutamente nada, no hay nada en tu
mirada más que una hueca expresión de que aquí no sucedió nada. Me pregunto si
yo solo soñé o tu corazón está completamente hueco. Analizo y pienso que quizás hay cosas malas en ti y no en mí. Yo no
actué ninguna de mis palabras y no forcé ninguna de mis acciones, pero ahora
creo que tu si lo hacías. Que ilusa.
domingo, 9 de febrero de 2014
No me llenes de flores.
No se que hay en ti que hace que pueda volver una y otra vez a buscarte continuamente sin importar si poseo orgullo, dignidad, valores, amor propio o incluso una pizca de interés en lo que dice el resto respecto a todo esto.
Era buscarte con la mirada cada vez que sabia que nos encontrábamos bajo el mismo sol, los mismos arboles, el mismo aire cargado con un toque de canela o tal vez en esa habitación atestada de personas que conocíamos, amigos en común, esas mismas personas que decían que nos estábamos matando mutuamente, que me estabas quemando el corazón y que yo estaba simplemente subiendote el ego.
El vaivén había comenzado tiempo atrás, lo recuerdo.
La forma en que podías callar mis gritos con tus dulces y románticos besos llenos de ese gustito a menta y café que tanto me gustaba, pero luego de esos besos y de que tu presencia se marchara de la habitación dejandome sola en ese departamento que compartiamos hace menos de 4 meses, me inundaba un mar de lágrimas, que me engañaras con otra mujer no estaba en mis planes.
Pero ¿que pasaba por mi mente? como aun con el corazón hecho cenizas tu voz tan calida y aterciopelada podía hacerme volver casi como hipnotizada o embobada a ti.
Hay valor en mi, mi madre lo sabia, mis amigas lo sabían, el mundo entero lo sabia.. menos yo.
Verte volver con la camisa arrugada, con la corbata movida del perfecto lugar en que la acomode en la mañana, oliendo según tu al olor que podía haber en el baño de hombres, una mezcla exacta de flores de verano y una pizca cítrica que no podía ser nada mas ni nada menos que el perfume de la otra esclava de ti y no de el aerosol con el que se ambientaba el baño, demasiada mentira en algo tan tonto.
Que entraras al departamento me iluminaba y me oscurecía al mismo tiempo, era como caer y sentir la adrenalina pero aterrizar tan fuerte y duro que ni tiempo de gritar poseía. Recibir un beso con sabor a otros labios aniquilaba mi alma pero superficialmente no podías ver mas que una sonrisa de adolescente enamorada.
Seguía mostrándome sumisa, encantadora, pulida y perfecta. Nada lastimada ¿quién quería llamar la atención de los espectadores? nadie, al menos yo no.
Luego de 3 meses llegando tarde del trabajo llenabas nuestro "hogar" con flores y luego de escoger el mejor lugar para ellas, al día siguiente luego de haberte dejado en la puerta del ascensor me encargaba de quitar cada pétalo y dejarlos caer por el balcón sintiendo que arrojaba mi corazón por pedacitos ligeros, algunos se los llevaba la brisa de otoño y otros solo caían esparcidos en el cemento.
Y dos meses después de muchos gritos callados, de sin fines peleas y discusiones sin terminar, de llantos ocultos, de sonrisas falsas, de desayunos exageradamente ridículos queriendo ser románticos, de lavar camisas con restos de labial ajeno, de migajas y flores baratas, de acomodar tu estúpida corbata, de tolerar tu ego y tu falta de clase, de que no respondieras tu celular, de almorzar sola, de que trataras de llenar el hueco que se estaba formando dentro de mi con compras compulsivas y una tarjeta de crédito con un espacio que ni en mi vida entera hubiera podido llenar, de charlas de mi entorno tratando de cambiar mi estilo de vida, de mirarme detenidamente al espejo y lograr ver ese brillo en mi.. algo hizo click.
Esa noche al llegar solo lograste encontrar mi aroma pero no mi presencia, no estaba mi voz pero si una nota que decía: Hay valor en mi y no te pertenece, puede cenar tus flores.
Y me deshice de ti como un mal recuerdo, me permiti el placer de no volver a ver tu sonrisa hipnotizante y de tomar tus fuertes manos que lograban aprisionarme.
Hay valor en mi como para recomenzar mi vida otra vez.
Era buscarte con la mirada cada vez que sabia que nos encontrábamos bajo el mismo sol, los mismos arboles, el mismo aire cargado con un toque de canela o tal vez en esa habitación atestada de personas que conocíamos, amigos en común, esas mismas personas que decían que nos estábamos matando mutuamente, que me estabas quemando el corazón y que yo estaba simplemente subiendote el ego.
El vaivén había comenzado tiempo atrás, lo recuerdo.
La forma en que podías callar mis gritos con tus dulces y románticos besos llenos de ese gustito a menta y café que tanto me gustaba, pero luego de esos besos y de que tu presencia se marchara de la habitación dejandome sola en ese departamento que compartiamos hace menos de 4 meses, me inundaba un mar de lágrimas, que me engañaras con otra mujer no estaba en mis planes.
Pero ¿que pasaba por mi mente? como aun con el corazón hecho cenizas tu voz tan calida y aterciopelada podía hacerme volver casi como hipnotizada o embobada a ti.
Hay valor en mi, mi madre lo sabia, mis amigas lo sabían, el mundo entero lo sabia.. menos yo.
Verte volver con la camisa arrugada, con la corbata movida del perfecto lugar en que la acomode en la mañana, oliendo según tu al olor que podía haber en el baño de hombres, una mezcla exacta de flores de verano y una pizca cítrica que no podía ser nada mas ni nada menos que el perfume de la otra esclava de ti y no de el aerosol con el que se ambientaba el baño, demasiada mentira en algo tan tonto.
Que entraras al departamento me iluminaba y me oscurecía al mismo tiempo, era como caer y sentir la adrenalina pero aterrizar tan fuerte y duro que ni tiempo de gritar poseía. Recibir un beso con sabor a otros labios aniquilaba mi alma pero superficialmente no podías ver mas que una sonrisa de adolescente enamorada.
Seguía mostrándome sumisa, encantadora, pulida y perfecta. Nada lastimada ¿quién quería llamar la atención de los espectadores? nadie, al menos yo no.
Luego de 3 meses llegando tarde del trabajo llenabas nuestro "hogar" con flores y luego de escoger el mejor lugar para ellas, al día siguiente luego de haberte dejado en la puerta del ascensor me encargaba de quitar cada pétalo y dejarlos caer por el balcón sintiendo que arrojaba mi corazón por pedacitos ligeros, algunos se los llevaba la brisa de otoño y otros solo caían esparcidos en el cemento.
Y dos meses después de muchos gritos callados, de sin fines peleas y discusiones sin terminar, de llantos ocultos, de sonrisas falsas, de desayunos exageradamente ridículos queriendo ser románticos, de lavar camisas con restos de labial ajeno, de migajas y flores baratas, de acomodar tu estúpida corbata, de tolerar tu ego y tu falta de clase, de que no respondieras tu celular, de almorzar sola, de que trataras de llenar el hueco que se estaba formando dentro de mi con compras compulsivas y una tarjeta de crédito con un espacio que ni en mi vida entera hubiera podido llenar, de charlas de mi entorno tratando de cambiar mi estilo de vida, de mirarme detenidamente al espejo y lograr ver ese brillo en mi.. algo hizo click.
Esa noche al llegar solo lograste encontrar mi aroma pero no mi presencia, no estaba mi voz pero si una nota que decía: Hay valor en mi y no te pertenece, puede cenar tus flores.
Y me deshice de ti como un mal recuerdo, me permiti el placer de no volver a ver tu sonrisa hipnotizante y de tomar tus fuertes manos que lograban aprisionarme.
Hay valor en mi como para recomenzar mi vida otra vez.
viernes, 7 de febrero de 2014
Capricho.
Tus ojitos para mi.
Tu sonrisa para mi.
Tus manos para mi.
Tus besos para mi.
Tus palabras para mi.
Tus miradas para mi.
Tus caricias para mi.
Tu corazón solo para mi.
Tu solo mio.
Tu sonrisa para mi.
Tus manos para mi.
Tus besos para mi.
Tus palabras para mi.
Tus miradas para mi.
Tus caricias para mi.
Tu corazón solo para mi.
Tu solo mio.
sábado, 25 de enero de 2014
Extraño.
Jamas me puse a pensar que el simple contacto con otra persona podría causar tantas cosas secretas dentro de mi, que podía llevarme desde la tristeza a una felicidad cargada de una sonrisa inexplicable por el simple hecho de sentir esa mirada tuya sobre mis ojos. Que el calor de tus palabras hiciera sentir a mi corazón tan cómodo en su sitio y de igual manera mantenerlo latiendo como si se fuera a salir por mi boca aterrizando frente a tus pies.
Me siento apresurada a escribir estas palabras y estos pensamientos, pero nunca antes me había sentido de la manera en la que me estas haciendo sentir, tan frágil, tan indefensa pero a la vez protegida por lo que eres tu. Vuelve que a mis manos le faltan las tuyas. Vuelve que extraño tu risa. Vuelve que estoy odiando tenerte lejos mucho tiempo.
Y como si no nos entendiéramos actuamos normal, y como si no estuviéramos conectados podemos ignorarnos como si nada, y como si creyéramos que no nos damos cuenta que nos necesitamos mas de lo que podríamos haber dimensionado.
Vuelve que me siento cursi escribiendo aquí.
Me siento apresurada a escribir estas palabras y estos pensamientos, pero nunca antes me había sentido de la manera en la que me estas haciendo sentir, tan frágil, tan indefensa pero a la vez protegida por lo que eres tu. Vuelve que a mis manos le faltan las tuyas. Vuelve que extraño tu risa. Vuelve que estoy odiando tenerte lejos mucho tiempo.
Y como si no nos entendiéramos actuamos normal, y como si no estuviéramos conectados podemos ignorarnos como si nada, y como si creyéramos que no nos damos cuenta que nos necesitamos mas de lo que podríamos haber dimensionado.
Vuelve que me siento cursi escribiendo aquí.
lunes, 13 de enero de 2014
Bah.
Van pasando los meses despues de que mi corazón decidio suicidarse en un intento fallido por sentirse amado. Dos dedos de frente hace falta tener para ahora verme y darse cuenta que voy caminando casi por la misma direccion de antes, con esa estupida venda en los ojos que dice: Los hombres son buenos y en mi polera escrito con letras casi borrosas: Fragil.
Gracias a estos choques electricos que me aparecen de frente me doy cuenta que estoy cayendo otra vez en lo mismo, y reaccionar ahora no es opcion simplemente debo hacerlo.
Atras quedaron los momentos en que preferia llorar a tratar de hacer algo para remediarlo, me siento lo suficientemente usada como para dejarme pisotear otra vez.
Callarle la boca al corazon y empezar a usar el cerebro.
Simplemente esto no va por el camino que esperaba, no importa, ya vendran nuevos caminos.
Gracias a estos choques electricos que me aparecen de frente me doy cuenta que estoy cayendo otra vez en lo mismo, y reaccionar ahora no es opcion simplemente debo hacerlo.
Atras quedaron los momentos en que preferia llorar a tratar de hacer algo para remediarlo, me siento lo suficientemente usada como para dejarme pisotear otra vez.
Callarle la boca al corazon y empezar a usar el cerebro.
Simplemente esto no va por el camino que esperaba, no importa, ya vendran nuevos caminos.
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