Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti.

sábado, 12 de agosto de 2017

Diez días.

Han pasado varios días desde el último momento en que tuvimos contacto alguno, contacto mortal al menos para mí.
Te rogue que dejáramos de hablar al menos 30 minutos, te lo pedí varias veces, en serio que si. ¿Por que? Porque sabía a dónde iba a parar todo, sabía ya de antemano cuánto había aguantado y cada palabra y lágrima derramada me acercaba mas a tomar la decisión de desprenderme de ti y aferrarme a mi misma. Lo peor de todo es que tú sabías cada cosa, tenías cada advertencia innecesaria porque cosas así se supone no debería sucedernos, conocías hacia donde podía dirigirme y sin poder o querer detener pisaste el acelerador a fondo y ya, como si nada no hubo marcha atrás.
Y escogí por mi, por mi indepencia emocional, por mi bienestar, porque estaba harta de sentirme insegura, estaba harta de sentirme como una loca simplemente por estar estúpidamente enamorada de ti, quién no se daba cuenta que de verdad no estaba jugando, de verdad no hacía las cosas por nada, si no por todo, tú quien fuiste mi todo. No podía permitirme más tiempo sentirme de brazos atados y de boca tapada al ver como jugabas al si y al no con mi corazón, con mi amor, con la honestidad que te brindaba, todo era sincero. Y no te digo que fue solo tu culpa, para nada, está relación dependió siempre de ambos y ambos la vimos morir, marchitarse, comenzar para terminar y asumo ahora que está bien.
Muchas veces con mi mirada seria y acariciando tu pelo te decia: No quiero cumplir 1 año o miles si solo vamos a estar mal, si solo vamos a sufrir los dos. Quiero de corazón que seamos felices juntos. Pero como lo dije fue olvidado o pasado en vano, y no logro entender hasta este noche porque.
Parte de mi si te creía, te creía que no te gustaba verme llorar, te creía que me amabas como a nadie, te creía que no tenías ojos para nadie más, te creía demasiado pero todo lo que decías era aplastado por tus acciones, cada una rompia de a poco cada seguridad que sentía entre tus brazos y comencé a sentirte lejano, ajeno, forastero a mis sentimientos.
Tú sabías, yo sabía que tú sabías que habías cambiado, que ambos habíamos ido evolucionando con los meses pero claramente solo yo era la que seguia pegada en los lindos momentos de conquista que me brindaste y seguía esperanzada con que esa luz volviera a encenderse, pero pasaron las estaciones y eso no sucedió.
Han pasado diez días, diez días donde mi corazón ha dado tantas vueltas que ya ni siento su palpitar. Mentiria al decir que no te extraño, que no me duele el que no me hayas buscado, que a pesar de que mil veces te dije que no me dejaras ir decidieras por hacerlo, y en parte aunque duela como nada te lo agradezco. Porque necesite valor para decidir por mi, necesite fuerza, necesite amor propio y demasiada fuerza interna para desprenderme y si me buscabas yo sabía que me iba a fallar a mi misma.
Diez días y aún miró tu chat en WhatsApp esperando verte en línea. Diez días y aún no puedo irme en la misma línea de metro por miedo a ver la ventana de tu habitación, la misma ventana por la que vimos las estrellas, la lluvia, la luna, y sentíamos la brisa. Diez días y la angustia tuvo el descaro de comerme el alma y provocarme una crisis de pánico donde solo deseaba que fueras tú quien fuera a mi rescate. Diez días y se que serán más sin tu presencia, porque aunque a veces creo que no sufres se que te hice daño. Diez días donde he llorado un océano completo, he gritado, he maldecido, he rogado a Dios que me quite este ardor del pecho. Diez días sin ti, donde pensé que moriría, diez días donde cada mañana me levanté esperando que ese fuera el día en el que decidieras ir por mi, recuperarme. Diez días que me acercan a creer y darme la certeza que dejarnos libres fue la decisión más valiente y dolorosa que pude haber tomado. Y tengo la certeza en mi corazón que un día próximo a estos diez días te darás cuenta que se te hizo muy tarde para volver por la loca que te amo con el alma.

domingo, 28 de mayo de 2017

Filo.

Resultado de imagen para beso tumblrLuego de una discusion sin fin donde en mi cabeza lo unico que podia pensar era: ella es mucho mas bonita, ella es mejor, yo no tengo nada que ofrecerle, conmigo debe aburrirse demasiado, no soy lo suficiente nada para poder estar con el, nada a su altura, ni menos a sus necesidades. Me aleje de el, de la discusion, del ruido, de sus gritos, de sus palabras graves y fuertes tratando de callarme, y me sumergi en la oscuridad que podia darme un cuarto cerrado y vacio, me abrace a mi misma y mire con torpeza mis pies. Esto habia acabado, lo sentia filoso dentro de mi pecho, un filo que atravesaba desde el inicio de mis labios hasta el fondo de mi estomago. Pasaron dos largos minutos en silencio, sentia las lagrimas salir como locas y caer por mis mejillas para finalmente aterrizar frente a mis pies. No podia seguir asi, no podia seguir pensando tantas cosas irreales y contra mi todo el tiempo, solo estaba destruyendome a mi misma y lo que habiamos construido, pense.
Y al voltear a ver si aun estabas ahi, lejos pero conmigo no te tomo mas de dos segundos voltearme y besarme, besarme tan profundo y tan intenso que perdi el aliento, las lagrimas, los miedos, los complejos, te llevaste con ese movimiento suave y apasionado cada herida que yo misma me habia causado, y continuaste haciendolo hasta que pude separar un poco mis labios para atrapar un poco de aire y continuar ahi, como si fueramos uno, en la oscuridad pegados, besandonos como si vivir dependiera de aquel acto, con tus besos callaste los gritos en mi cabeza y me abrazaste de forma que no pudiera sentirme sola o desprotegida, me sentia en mi hogar, tus brazos lo eran.
Secaste con una mano mis lagrimas y me sonreiste tan bien, que senti mi corazon latir con intensidad dejando escapar el filo que apretaba mi abdomen.
Todo eso era perfecto, tu y yo, nosotros, ese momento a pesar de la tormenta que nos seguia estaba dispuesto a dar pie a cesar la guerra y volver a ser nosotros mismos. Felices, juntos, enamorados, amandonos, solo tu y yo.