Prohibido jugar.

No soy esa chica fácil que piensas que soy, no creas que con tus palabras caeré a tus pies, no te guíes por mis respuestas cortas, no te confíes de cada palabra, no te lances hacia mi de cualquier manera, no estoy hecha para juegos, no estoy hecha para ser una más, no estoy construida de plástico, no soy tu juguete. Piénsalo muy bien antes de querer iniciar un juego conmigo, porque el único que puede llegar a perder aquí eres tú.

Miedo.

Siento miedo, mucho miedo tan solo mirarte otra vez, miedo a saludarte, miedo a entablar una conversación como aquellas que soliamos mantener, miedo de que sepas mucho de mi otra vez, miedo de eso y más, miedo a volver a quedar prendida a ti de pies a cabeza, miedo a que vuelvas a mi mente desordenada e inmadura, miedo a que mis días vuelvan a ser dependientes de ti, miedo a preocuparme mas de la cuenta, miedo a volver a pensar si es que estarás pensado en mi, miedo a esperar mucho mas de lo que me entregas, miedo de volver a flotar en esas misma nube... miedo a volver a sentir algo por ti.

Dias grises.

Días grises que traen consigo un montón de recuerdos, sentimientos que cuando el sol brillaba se mantenían ocultos, y un poquito de melancolía.

Me siento como un cliché hablando así sobre los días fríos, se que todos nos sentimos diferentes, más tristes, con una necesidad más grande de sentir amor de las otras personas.

Los días grises para mi en especial me hacen andar con mucho más sueño, a pasitos lentos, más distraida de lo usual, más deprimida, quizás hasta más sensible.

Más dormilona, menos atenta, más aturdida, menos alegre.

No quiero esos recuerdos que no tendrían que estar en mi mente, no quiero repetir momentos que sé que se han quedado en el pasado, y que solo sucederán ahí por unos segundos para solo causar ese pequeño encantador dolor en mi corazón para luego volver a marcharse sin miedo y volver a quedar con ese nudo astillado en medio de la garganta, con los dedos paralizados sobre las teclas, sin poder teclear nada más que un pequeño adiós, sin más ni menos.

No quiero que mis sentimientos cambien cuando el clima cambie, no quiero que las personas cambien, que los momentos cambien, que las oportunidades cambien.

Los días grises son momentos para pensar que si las cosas que has estado haciendo son realmente las correctas o no.