No te lo dije.

Fui a mi armario en busca de unos jeans y encontre el viejo bolso olvidado, lo eleve dejando caer a mis pies miles de cosas sin sentido que tiempo atras estaban llenas de ello.
Vi el labial rosa caer al suelo y recorde lo mucho que te gustaba besarme cuando lo llevaba puesto. Me deje caer rodeada de todo y comence a pensar en ti, en nosotros, donde estarias ahora?
Miraba las fotografias que mi vieja billetera habia arrojado por la habitacion y las sonrisas llenaban mis ojos. Inhale fuerte y sentí el olor de la pequeña botella de perfume que tu me regalaste meses atras por mi cumpleaños hecha pedazos sobre unos papeles.
No creia que despues de 5 años junto a tus sentidos, junto a tu aroma y tus caricias iba a decidir marcharme como si nada.
Verte sentado en el borde de la cama mirando hacia la puerta y como mi maleta cubria mi sombra hacia el pasillo directo a mi salida. Escucharte decir una y otra vez que fue lo que hiciste mal, que fue lo que no funciono y que cambiarias cualquier cosa que me molestara de ti. Como tus ronquidos, tus desvelos jugando video juegos, que te gustara asustarme, no bajar la cubierta del baño, dejar las cartas tiradas en la mesa de entrada, elevar tus manos junto con tu voz cada vez que discutiamos. Aun asi cada una de esas cosas me unia aun mas a ti, porque sabia que odiabas la forma en que me levantaba y comenzaba a cantar, que siempre quemara tu desayuno, olvidara ponerle gasolina al auto y tardara mucho en arreglarme solo para salir por ahi, que te quitara tu almohada favorita, que criticara el como combinabas tus zapatos y que jamas contestara el celular.
Estaba cansada de encajar contigo tan perfectamente, estaba cansada de verte ahi tan caballero al abrir la puerta del auto para que yo subiera y que tomaras mi mano con tanta delicadeza y guardaras comentarios solo para no discutir.
Te dije adios dejando en la perilla de la puerta el primer collar que me regalaste y deseandote lo mejor. Cruce todo un oceano solo para que la altura y las miles de horas de un vuelo en clase economica me hiciera extrañarte pero aun asi no lo sentia, miraba las nubes y veia la libertad acercarse.
No te lo dije pero siempre desee con escribir un libro, no te lo dije pero sabia tocar piano, no te lo dije pero amaba los gatos tanto como tu los odiabas, no te lo dije pero me gustaba dormir en diagonal en la cama, no te lo dije pero preferia desayunar tarde, no te lo dije pero no me agradaban tus padres, no te lo dije pero mi sueño era conocer Roma, no te lo dije pero soñaba con un auto convertible, no te lo dije pero.. no era feliz.

No eramos nada.

Vagamos mucho tiempo en la intermitencia de un amor adolescente sin frutos, nos movimos en circulos continuos sin mucho espacio a seguir otra linea.
El aire estaba poseido de traicion y las caricias se sentian como una dolorosa tortura azul cielo.
De masoquistas nos gustaba respirar la misma sensacion de locura y vivir al maximo ese sentimiento expresado como amor que en nuestro idioma personal se resumia en un sin fin de eventos fallidos que solo terminaban con mi delineador corrido y una seguidilla de multiples explicaciones que solo acababan en gritos y mas gritos.
Y aun asi luego de lavar mi cara la unica accion automatica era buscarte otra vez y al solo correr a la esquina te veia venir en mi direccion para buscar más de esta adictiva relacion fallida, nadie lo entendia.
La atmosfera se pintaba de un rojo pasion y cualquier espectador se creeria que entre nuestras miradas la chispa de amor y deseo eran las que se tomaban por completo la escena pero eso no era asi, existia un gusto culpable por lastimarnos mutuamente y de esa misma forma sentir.
¿A donde ibamos a parar? No eramos nada bien estipulado, nada que siguiera un orden o una estructura. Jugabamos a creernos dueños del mundo, de nuestros corazones, de nuestras acciones y lo peor, nos creiamos dueños del corazon del otro.
Y esto solo se volvio en un vaiven doloroso que se camuflaba con la adrenalina de volverlo a intentar una y otra vez para encontrar distintos finales a nuestras torpes necesidades.
No entendiamos que solo nos gustaba la sensacion del momento y el dolor a flor de piel que se activaba al momento de pelear, no nos gustabamos, no nos amabamos, no eramos absolutamente nada más que complices de un arriesgado juego donde los unicos dos jugadores perdian a la par constantemente.

Pedazitos de estrella fugaz.

Por algún momento creí que nuestros pedazos de existencia lograban unirse en algunas esquinas. A base de recuerdos y momentos me fui formando la idea de un gran cuadro lleno de pequeños pensamientos que formaban un todo y ese todo siempre me llevaba a ti.
El verte sonreír me producía tranquilidad, el que me miraras tiernamente un gran cosquilleo en todo el cuerpo y así tú llevabas las acciones y yo desencadenaba torpes emociones.
Tu risa aniquilaba mi corazón ingenuo y tus manos lograban llevarme a otro nivel sobre el suelo.
¿Qué más había ahí?
No existía nada en absoluto.
En mi atmósfera no se respiraba que mientras yo te sentía más cerca era cuando mucho más lejos estabas de mi. Mientras te vi ver la estrella fugaz y creer que deseabas por un nosotros, perdía tiempo de buscarme a mi misma.
Había estado buscando pedazitos de mi existencia en ti, uniendo esquinas y pliegues donde no existía un ancla firme al cual aferrarme, solo causando un gran desastre, un desorden.
Y ahora no tenia ganas de levantar nada, de ordenar nada, de acomodar nada. Solo quería quedarme ahí, justo ahí mirando los pedazitos desunirse y que las estrellas se los llevaran fugazmente.
Y ahora que el polvo de millones de estrellas me nubla la vista solo me acomodo a esperar que se vayan.
El cuadro ya desapareció de esta dimensión imaginaria.

Él, el camino.

¿Que le pasa a la vida si no la estoy mirando?
Espero no encontrarla, no quiero mirarla.
Ignorarla tal vez, dar la espalda.
Corro tan lejos.
Esta todo tan disparejo.
Me perdí caminando.
¡Que espanto!
Me encontré de frente con una figura imponente.
Luz, mucha luz lo rodeaba.
Era toda una maravilla.
Bajo mis pies un sendero.
¿Seguirlo? Yo creo.
Mire hacia arriba.
No sabia que miraría.
Vi unas grandes manos, tiernas en su tamaño.
¿Qué hay con la vida ahora que la estoy mirando?
Él me miraba hacia abajo.
Sus ojos me hacían sentir un poco pequeña.
Grande en su corazón.
¿Quien era? le pregunté.
Su sonrisa ilumino el cielo.
Quien conoce tu vida hasta la ultima pagina, respondió.
¿Qué haría ahora que la vida estaba ahí frente a mi?
Necesitaba mirarlo.
Examinarlo.
Cree, me dijo.
Siente, continuó diciendo.
Déjate llevar, déjate impresionar, finalizó.
Su sonrisa me cautivo.
Mi mano se le acerco.
Paz, al sentir su cálida mano.
¿Qué era todo esto?
Cerré los ojos y todo cambio.
¿Qué de la vida sin Él en la mia?

Me estas perdiendo.

Sentado sobre ese montón de egocentrismo, ironía, maldad y egoísmo.
Moviendo las manos que con un solo roce que podía derrumbar edificios y romper corazones.
Se creía capaz de gobernar sobre todas ellas.
Se creía capaz de mirarme como una opción entre esas vacías mujeres.
Él no sabia.
Yo no me sentía como opción.
Yo tenia la oportunidad de elegir.
Te miraba hacia arriba con tu cabeza rodeada de nubes de falsa grandeza, sonreias con incredulidad.
Me perdías, lo sabias.
Tratabas de poner tus barreras para que no me alejara y yo solo las saltaba mucho antes de que aparecieran.
Rey de nada, me estabas perdiendo.
Me aprendí todas y cada una de tus torpes y maniáticas jugadas.
Me moví agilmente fuera de todo lo que eras tu y tus falsos sentimientos.
Me di cuenta de que solo me traías a la vida cuando tu querías.
Yo no quería.
Yo no iba a querer nunca mas.
Me estabas perdiendo.
Tu y tus intentos de retenerme solo me alejaban más y más.
Rey de nada, te sorprenderás al final de tu historia al saber que yo era la única dispuesta a disipar las nubes falsas, a bajarte de ellas, tomar tu mano y ponerte en la tierra junto a mi.
Rey de nada, solías gobernar mi corazón.
Me estas perdiendo.

Cuatro estaciones.

Era primavera ¡que primavera!

Te conocí ahí con el corazón a medio sanar, con la sonrisa recién pulida, y con las expectativas altas. Eras un pack completo, una mezcla de diversión y amor, risas y caricias, tú, solo tú. 

Verte caminar por ahí era tan encantador como ver los ciruelos con sus tiernas flores rosas adornar las calles. Tus abrazos eran mas cálidos que sentir el sol llevarse el frió de invierno. Y tu risa, que dichosa me sentía de escucharla, mejor que el canto de esos pajaritos. El timbre de tus voz acariciaba mis oídos y mi mente bailaba el mejor himno primaveral. 

Llego verano ¡que verano! 

Decidí lanzarme al mar de sentimientos y gritarle al mundo lo que sentía por ti, un grito lleno de llamas y tan brillante como el sol. En un océano de sensaciones nuevas y nuevos matices del amor, me hundí en arena por unas semanas para que luego con tu propia mano ser sacada de ahí. 

Volver a verte fue un impacto a mi corazón, un balde de agua fría luego de haber estado muchos minutos al sol. Eras tú al fin. 

Otoño ¡que otoño! 

Las hojas caían por su propio peso, se amontonaban y eran pisadas como si nada. Las nubes comenzaban a aflorar en el despejado cielo de verano. Los cálidos días se iban al igual como te alejabas tú de mi y yo de ti.  

La humedad tomaba control de los días y protegerse de sentir frió era lo primordial. Protegerme de ti para no ser lastimada fue mi panorama de este otoño, junto con ver mis ilusiones despegarse de mi y caer secas al piso como doradas hojas rotas. 

Frió, frió.. invierno ¡que invierno! 

Estoy sufriendo el frió de los días, el viento remueve todo lo atado al piso y lo deja ir y venir a su gusto. Atada a mis sabanas, fiel a mis letras, hundida en mi misma puedo decir que soy un caos. Soy de hielo cuando estoy contigo y lo sabes. Tu sonrisa primaveral se hizo gris con el pasar de los meses, luego de tantas lagrimas, después de creer todo y serle fiel a un ciego optimismo en mi. El cielo ruge, las nubes no cesan el llanto y yo solo espero que me extrañes. 

No quiero llegar a primavera y seguir de esta manera. 

Oh.

Había mas que expulsar de mi que solo palabras, habían sentimientos, habían lagrimas, gritos, noches de insomnio y muchas veces la pregunta "¿por qué?".
Era latente tu recuerdo en mis mañanas al abrir los ojos y mirar la hora en mi celular. Imaginar que al mirarlo estaría ese esperado mensaje tuyo: "Buenos días hermosa <3 nbsp="" p="">Tonto mi pensamiento de que gastarías tu tiempo en cosas tan cursis y poco importantes. Creer que sentías tanto por mi que lo harías.
¿Te parecía divertido?
Tomar de mi mano, hacerme bailar a tu ritmo, correr a tu ritmo, y manipularme a tu ritmo.
Solo dándote un pequeño desprecio con los ojos y sentía como la culpa me inundaba, no entendía. Cuantas veces me dejaste ahí como si nada y sabia que la culpa en ti no existía, porque claro yo iba a seguir ahí como una ilusa.
Bastaron dos meses, solo dos meses para que tu nombre calara tan abajo en mi corazón.
Quisiera sacarme el corazón. 

Y aun asi te extraño.

Las cosas son simples, están ahí y no verlas es como tratar de decir que no hay nubes en un día nublado.
Cada día que pasaba era un día nuevo para inventar una excusa para alejarnos cada vez mas hasta el punto en que hablar todos los días ya no era necesario.
Comenzar a conformarse con un saludo casual, un pequeño conjunto de rutinarias risas y bromas sin sentido alguno.
Y ¿sabes que? Te extraño.
Es desesperante saber que estas y no.
Que siempre yo y jamas tu.
Que al ser tu solo jugabas.
Que al ser yo solo me ilusionaba.
Tenerte a dos metro de mi y sentirte una galaxia mas allá.
Absorber palabras y escupir suspiros.
Tonta, ilusa e inocente.
Tú, un empedernido relleno de carisma y falsedad.
Pero te extraño.
Extraño creer palabras y conformarme.
Eras ese dolor en el corazón que de alguna estúpida forma me hacia sonreír.
Caminar sintiendo que voy en círculos porque me desespero de pensar estática.
No se que estoy esperando y me canse de creer entender que estas buscando.
Pero te sigo extrañando y no lo entiendo.
¿Que hiciste en mi que no puedo dejarte de lado?

Esa caida lleva tu nombre.

La libertad de saltar de este acantilado sin miedo a que la gravedad me haga golpear tan fuerte el suelo que pueda partirme en millones de pedazos. Mientras caigo pensarte, pensarte de la manera que yo quiero hacerlo, pensarte con todas tus frases, con todas tus caras, con todas tus maneras de sonreír y de parpadear, pensar en cada una de las pequeñas cosas que hacías y no te dabas cuenta lograban que me enamoraba cada vez mas de ti, aunque no quisiera.
Era una caída libre, un juego del destino, una felicidad cargada de adrenalina que hacia que todo mi cuerpo se inyectara de lo que eres tu, solo tu, todo tu aroma, toda tu esencia,  todas tus caricias.
Soy libre de dejarme encantar por ti, enamorada de saber que respirabas para hacerme feliz con eso. Libre de poder sentirte cerca, aferrarme a tus manos, escuchar tu curiosa forma de decir palabras y hacer que riera, riera y con solo pensarte sonreír.
Eras tu una forma perfecta de alegría y tristeza, de sinceridad y misterio, de amor y odio, de caricias y desprecio, eras el eco en mi interior y lo que llenaba mi alma. Encajabas ahí en mi corazón.
Y caía, y continuaba cayendo con el viento en la cara que me hacia sentir más débil que nunca, más ligera, más flexible, más vulnerable.
El acantilado llevaba tu nombre y la caída era tu amor, inestable, inesperado, con un duro final.

Ahí pero distinto.

Dando vueltas constantes en el mismo lugar nos mareamos de pensar hasta donde llegara esto, si el fin son las estrellas o tal vez sea infinito.

Miro tus ojos brillar frente a las muchas luces pero sabes qué? ese brillo ya no es mi hogar, quizás me perdí hace unos meses atrás, quizás me cegó un poco pero esta noche todo era diferente.

Tu luz alojo otra vida, profunda, tímida, cambiante y yo estaba ahí clara en todo aunque tu aun callabas.

Era bonito aparentar que no te conocía mucho, que mis pequeñas risas cubrieran mis miedos, jugar con mis fríos dedos para parecer más entretenida.

Queriendo saber tanto más pero callando mucho más mis preguntas, mis dudas. 

Lo natural era natural, obviamente. No existía la electricidad que me invadía y se sentía extraño, un poco triste, nostálgico pero en el fondo me llenaba de tranquilidad. 

Respiro el aire frió y se vuelve cálido al llegar a mis pulmones, suspiro y miro a la distancia las estrellas, ellas brillan para mi incluso mucho mas que tus ojos. 

Sonrió al pensar que todo esto fue solo un pedazito de emoción en mi tan esperada larga vida, una pizca de mariposas en la panza, nervio, tristeza y mucho miedo a terminar herida. 

Te veo ahí  siento tu abrazo y todo se siente en su lugar, nada desordenado, ese cariño que alguna vez senti tiene ahora la misma intensidad pero esta dentro de otro contexto en mi inquieta mente.

Siempre seras quien logro hacerme despegar fuera de mi cubierta dura, de mi lugar seguro, de lo que yo misma pensaba de mi.

Sigue sonriendo pequeña estrella.

Hay que tener la mente muy en las nubes, hay que tener las esperanzas altas, hay que ser soñadora, un poco frágil  callada y sincera cuando se trata de ti.
Guiada por tus palabras bailaba a tu ritmo, me movía a tus ordenes y te seguía hasta la muerte, levantándome  arrastrándome, dejándome ahí.
Desilusionada de lo que se sentía sentir, de lo que se sentía querer, de la persona que decías ser o al menos yo pensé que eras.
Para mi las ilusiones no tenían fin pero tú en segundos lograbas romper cada rincón de ellas, polvo por todos lados.
Debería dejar de creerle a esos ojos y a esa sonrisa tan típica.

Basta de iluciones.

Ser ilusa como pensar que podría contar todas las estrellas del cielo en solo una noche. Seguir siendo una tonta y un poco ciega al creer que las cosas van cambiando cuando ni siquiera ha pasado algo distinto.
Creer que en algún momento de este camino te ibas a percatar que la señorita del cabello largo y los enormes ojos iba a ser un bien para ti, que venia a curar las heridas que se esparcían a lo largo de tu cuerpo, que con sencillas palabras pensaba hacerte sentir bien.
Busque en tu mirada cualquier señal, busque en tus acciones, busque en tus palabras incluso en las escritas pero estaba siendo ilusa y creyendo que existía algo en letras chiquitas. Quizás mi retorcida y soñadora mente entendió cosas diferentes, cosas distintas  Quizás mi tacto reacciono mal al sentir tus caricias, tus abrazos, y se dedico a anhelar cada día mas de eso, acostumbrándose.
Tu voz era percibida por mis oídos como una dulce melodía cuando al final de que el velo cayo solo era un estruendoso sonido que rompía mi corazón.
No estaba lista para esto, no estabas listo para esto.
No se si desaparecerme del medio o hacer como si nada. Lo ultimo me ha roto el corazón ya en una ocacion y supongo que si salí viva una vez podría hacerlo de nuevo, pero dudo tanto de mi.
Quiero tener la necesidad y la obligación de no buscarte mas, de una vez por todas dejar de mentirme a mi misma y dejar que esto acabe.
Las cosas no sucederán así pequeña, no se fijara en ti, eso es.. definitivo.

Sepia a los recuerdos.

Sentir ese peso en los hombros, arde y quema tu piel haciendo que camines con tu cabeza ligeramente agachada mirando el suelo.
Peso que tal vez no es tuyo, preocupaciones que ilusamente hiciste tuyas cuando no era así.
Miraste alrededor en búsqueda de una mirada amiga, de unas manos frías que apagaran ese ardor en tu ser, ese auxilio.
Comienzas a seguir buscando y buscando entre una habitación vacía llena de ecos retumbantes, de risas llenas de viejo polvo, de conversaciones apagadas, de momentos donde te podías sentir viva, acompañada.
La habitación solía estar llena de personas y ahora esta simplemente tan llena de soledad y nostalgia. El aire se respira como en un antiguo tono sepia, las emociones alegres se disiparon entre tantas telarañas, y las promesas de que jamas ibas a estar sola fueron las primeras en estar cubiertas de polvo gris.
Las tiernas manos que calmaban las tormentas, movían las nubes, y sacaban el mejor sol a tus días simplemente buscaron a otras personas a las cuales alegrar. Tu espacio se hizo en el momento en que el universo creyó que era mejor cambiar de año y que las personas comenzaran a pensar que era mejor dejar muchas cosas atrás, quizás eres esa cosa.
Sentarte en el piso de esa habitación ya no es lo mismo que antes no es asi? El frio se siente en tus pies pero no alcanza a apaciguar el dolor de tu espalda, recostarte solo hace que puedas ver el techo y con tristeza ver cada recuerdo esfumarse y flotar hasta desaparecer completamente de tu vista.
Abrazada a tus piernas y con los ojos cerrados solo pides que todo vuelva a ser como era antes cuando estar asi no se lograba, cuando sentirse sola jamas existió, cuando las personas sabían que.. YO EXISTÍA.

Guerra de estrellas.

Mis pulmones se inundan hasta el ultimo rincón de aire, pero ¿qué clase de sensación es esta?
Cierro mis ojos para disfrutar cada una de las exhalaciones, siento paz.
La bandera finalmente se interpuso en la guerra, las muertes acabaron, las lagrimas se secaron, los gritos fueron callados y el cielo se despejo, no habrá lluvia.. al menos esta noche no.
Miro las estrellas ¿siempre han brillado así? Trato de dar vueltas en mi mente pero esta vacía  no tropiezo con nada. Busco en mi corazón y sencillamente late en un eco relajado y parejo, nada sale de lugar.
La sonrisa fugaz aparece casi como un mensaje subliminal pero mi parpadeo fue mas rápido  no la vi venir, no la sentí, no me paralizo, no causo que mi estomago se apretara.
¿ Estaré desencantada? Fui libre de una guerra, la victoria no es precisa quien la consigue pero eso ahora no importa.
Miro mi cuerpo en búsqueda de alguna herida y solo puedo ver cicatrices alrededor de mi pecho. Gritos cerrados, ataques hacia mi corazón, nada profundo.
El cielo sigue moviéndose, las estrellas siguen brillando para mi, la luna esta oculta.
Una estrella fugaz pasa y mi único deseo es.. ya no sentir nada más.

Juego.

Cuatro horas diferentes en mi vida.
Ocho latidos de corazón.
Dos horas y media de una secuencia de acción.
Cálidos abrazos, delicadas caricias, divertidos juegos de manos, risas sencillas, miradas tímidas y calladas, golpes juguetones.
Una de las personas liderando el juego, trazando las reglas, moviendo las situaciones, decidiendo que hacer. La otra persona acatando cada una de las cosas, dejándose llevar por los momentos y las circunstancias. Nadie le advirtió que involucrar los latidos de su corazón le iban a costar un poco más que solo cuatro horas. Para el creador de esto no era mas que un inocente juego, nadie saldría lastimado o herido pero debió pensarlo al menos dos veces, aun así lava sus manos de culpa alguna, habla con calma y se muestra distante y tranquilo, muestra esa sonrisa brillante, tan brillante que causa lagrimas en los ojos de la otra persona quien cae de rodillas sobre sus ilusiones. No hay manera de volver atrás  un pequeño juego, algunas pequeñas palabras, algunas muestras de interés cambiaron todo lo que pensaba.
El primer jugador se va, como si nada, como si todo, al mirar atrás aun sigue con su tonta sonrisa para quedar bien.
Eras un experto en pedir perdón y mantener cada juego borroso y aun así huir de las situaciones sin hacerte cargo de las lagrimas rotas, de la mirada apagada, forzando cada vez mas todo. Volviendo a tratar con tu maniático y egoísta juego una y otra vez más.
El segundo jugador se levanta del suelo, no entiende como luego de tanto sea tan nada, ya no hay reglas, ya no hay juego, esto se acabo.

Algún día.

Y no será la ultima persona que me haga latir el corazón a prisa, que haga que mi estomago se apriete con tan solo una sonrisa, que espere ver el cielo en sus ojos, que saque de mi lo más cursi y lo lleve a escritos que quizás tiempo adelante busque y deteste leer pero aun así mis ojos querrán pasar sobre mis letras enamoradas una y otra y otra vez más, haciéndome sentir casi como una persona normal, como una adolescente normal, que le gusta el chico que no se fija en ella, que idealiza cosas en su mente que tan solo logra concretar ahí y solo ahí, que a pesar de querer mucho logra poco, cubierta con un manto de timidez y miedo que la acurruca casi como una niña pequeña y le susurra como canción de cuna "no lo hagas, no vale la pena". No será la primera vez que suspire pensando en alguien o que me enoje conmigo misma por no ser de tal manera, es un comienzo de gruñidos poco femeninos, de pasarme un rato dándole vueltas a asuntos que solo son caóticos en mi mente y a oídos de cualquier amistosa persona son de lo mas normales, de esperar palabras y de ver tu cara y sentirte mas cerca, aun aferrada a la ilusión estúpida que de algún día   si suceda algo digno de ser relatado, explayado e incluso soñado en mi mar de pensamientos. Desespero por el olvido pero esa melodía de tu corazón no deja de latir sonoramente en mi cabeza y hace que a cada segundo seas tu mi pensamiento, un rato para quererte un poco más y un rato mas largo para querer odiarte tan solo un poco mas, pero de ninguna manera nada logro hacerlo bien.
No será la ultima vez que me suceda algo así, al menos.. eso creo yo.

Movimiento.

Falto solo dar un paso para que todo se tornara caótico.
Un parpadeo y solo escuchaba gritos y como las lagrimas caían al frió suelo.
Un suspiro y el corazón roto yacía junto a mi cuerpo inmóvil vigilado por mis quietas pupilas.
Tic-toc, dos segundos y habían mas heridas en ese brazo marcado.
Un vistazo y me encontraba sola.

A mi manera, erronea.

Me atrajeron tus palabras.
Me conquisto tu sonrisa.
Me ilumine el alma con tus risas.

Me deje llevar casi como una niña pequeña, salte de los mal alto y aterrice casi en lo mas solido del planeta Tierra. Llore en un rincón con el corazón roto en una mano y secando lagrimas con la otra mano. Me arrastre hasta estar segura de que el terreno era seguro, mire hacia arriba fijándome en la altura, arrepentida de las veces que me decían: no subas ahí o te caerás. Tonta, terca, cabeza dura me guié por actitudes estúpidas  gritaba por pequeñas interacciones. Quería sentir, esa fue mi excusa, quería dejarme llevar, quería ser arriesgada, un tanto loca y seguir ilusionada pensando que las cosas se iban pintando tan a mi manera. La sorpresa fue cuando pase a llevar la pintura negra y abarco la mayoría de los colores, convirtiendo esa felicidad de una obra maestra en un torpe y triste desastre.
Tus palabras seguían presentes, tu presencia no quería alejarse y yo solo trataba de correr, de alejarme de ahí  aun herida, aun un poco débil, corría con todas mis fuerzas, no quiero seguir sintiendo esto, ya no se siente bien, la ilusión, el amor, las mariposas en el estomago se convirtieron en un amargo dolor.

Tregua.

Trato de ser de hierro pero el viento logra llevarme fácilmente  Blinde mi corazón y aun así logre encontrar el punto débil de la armadura y con mis propias manos logre apuñarlme y partirlo en dos. Jugué en contra de lo que esperaba y me sorprendí a mi misma, cambie el final pero solo en algunos aspectos. Aquí estoy otra vez un tanto lastimada, con algunas pequeñas heridas llenando mi abdomen, lagrimas secas en mis mejillas, los brazos cansados de tanto pretender estar fuertes, los labios secos de tanto fingir una sonrisa firme, la garganta apretada de tanto callar, los ojos cansados, y sin voz luego de pretender. La guerra seso por un pequeño lapso, la bandera blanca se alzó en lo alto y la mire tratando de ignorarla pero ahi estaba.. en mis manos.

Maquillaje hipocrita.

Me pregunto si alguna vez las personas son reales, leales, sinceras pero por siempre, no solo al momento de conocerte, saludarte con esa sonrisa de maquillaje que no es a prueba de agua, de darte ese abrazo de cortesia y luego compartir una risa pauteada contigo.
Me pregunto si preocuparte por una amistad es algo mas que eso, digo, que la otra persona se altere por el unico hecho de que encuentres que algo va mal cuando pareciera que solo eres tu quien lo nota, eso esta mal?
Siento que por estos dias de verano, donde el calor se siente al pisar las calles, donde todo va de alguna manera mas rapido todo lo que alguna vez construi se va derritiendo bajo el sol y no entiendo el por que.
No se si estoy haciendo las cosas mal o no, no se si mi personalidad un tanto irritante, hiperventilada y soñadora esta chocando con las personalidades de las personas a mi alrededor.
Me canse de siempre estar normal para no ocacionar problemas a los demas y dejar que ellos exploten contra mi y yo simplemente no hacer nada, no quiero ocupar maquillaje a prueba de agua que haga que siempre este sonriendoles, me canse de jugar a su ritmo.
El verano trae consigo tantas vueltas en la montaña rusa que de solo mirarlas estoy mareada, no quiero mas.

Huele a victoria.

Y a pesar de todo mi ropa sigue impregnada de ese triste olor a corazón roto, a ilusiones destrozadas, a lágrimas amargas, a gritos callados. Las manos me tiemblan tratando de alcanzar algo que jámas había sido mío pero aun así lo quiero, extiendo los brazos cansados y golpeados de tantas guerras lo más alto que pueda, no quiero parar. Siento frío aquí, siento la soledad y el miedo afirma mis tobillos jalándome un poco más abajo de lo que desearía, pero logro soltar un pie de ese destino marcado para darle un sorpresivo giro a todo esto. El viento mueve mi pelo y con la brisa fuerte el olor se va marchando casi como los malos recuerdos, casi con lo amargo de mi mente, arrastrando cicatrices. El cielo, la luz, las nubes me muestran un pequeño brillo de victoria, no habrá tanta guerra después de todo.

Verano para mi mente.

Subiendo a un transporte que me llevaría a mi destino, casi en un abrir y cerrar de ojos acompañado de un suspiro me encontraba abajo ya en casas que conocía  concentrada en mis pensamientos retorcidos, en sentir el calor en mi hombros, ya sacaba las llaves de mis viejos jeans, no creía que había tardado tan poco en llegar a mi casa, sentía que había conversado tanto conmigo misma que no podía ser tan pronto. Abrí con torpeza sintiendo el agua caer a través de la manguera de la señora que cuidaba el pasto, escuchaba ademas a la gata maullar desesperada, una noche sola y ya era un caos. Entre arrastrando mi bolso, una bolsa y mi cuerpo y deje la puerta abierta, seguidamente abrí la puerta a la gata que con muchos maullidos me recibía acariciando mis piernas con su cuerpo. Estaba completamente sola, era mi mente y yo en toda una casa.
He pasado ya tres noches pensando en lo mismo, en cada linea, en cada palabra, en cada letra que dije, que leí, no esperaba nada pero aun así quería todo, y ese todo era tan poco. De atrevida, loca, espontanea, cambiante lo hice y decidí no arrepentirme, pero por mas que me lo piense lo hago, me arrepiento. El verano me ahoga el corazón y la mente, tanto tiempo libre me hace daño y no logro concentrarme en otra cosa que no sea en ti, en mi, en mi corazón roto con tanta sutileza. La música no me acompaña, escribir no me alcanza, pensar me vuelve loca, conversar me hace parecer una tonta, llorar no me convence y estar callada solo me deprime más. No pensé que las cosas iban a resultar de esta manera, la verdad no ha pasado mucho y eso me preocupa. ¿Qué es lo que quiero? ¿qué es lo que busco? ¿qué es lo que necesito? que pasara cuando el verano termine, cuando las horas de hagan cortas, las noches eternas y sencillamente te piense con desesperación y sepa que tu no piensas en mi. Me atormenta la distancia y que el tiempo corra, que al volver a la normalidad todo haya cambiado con fuerza y que solo logre lastimarme casi sin darse cuenta.
Miro el sol con tristeza y pienso que este verano quizás no sea el mejor luego de esto.
Y soy tonta al mirar el sol porque a pesar de estar triste sonrío al mirar a mi alrededor y solo ver colores, como te odio.

Cambio de libreto.

Mi corazón guionista se canso de los mismos latidos, de los mismos personajes, de las mismas narraciones y de los mismos desenlaces. Tal vez si, la primera historia tuvo su 'no se que' y causo furor, marco la historia de mi vida, y así, pero ¿por qué la segunda? y ¿por qué ahora la tercera?
Ahora son diferentes escenarios, diferentes personajes, diferentes sentimientos.. no espero que esto termine de la misma manera que las otras historias, innovar, eso falta, eso necesito.
Arriesgarme a quitar personajes de mi vida para dejar enormes lineas en mi historia a otras con mas significado, con mejor carrera, con mas honestidad. Quitarle una de las armaduras a mi corazón, sin experiencia no llego mas allá de en lo que me he dado vuelta todo este tiempo. Me arriesgo, me quito el paracaídas y me digno a improvisar el clímax de mi historia, de esta historia. No importa, no importa que se diga, no importa que no se diga, no importa si la protagonista siente tristeza o si el príncipe de sueños no siente la necesidad de quedarse con ella, otro final torcido y espontaneo le hace falta a esta historia. Un final que luego de un tiempo sabre en que concluyo y podre ponerme de pie a aplaudir por una historia concluida, una historia distinta, que sin duda alguna me hizo mas fuerte.

Equivocada.

Estaba equivocada al pensar que al fin el amor se había apiadado de mi corazón. Estaba equivocada al pensar que tu estabas sintiendo de a poco cada cosa, al igual que yo. Estaba equivocada al creer que habían cosas que solo podías decírmelas a mi, algo especial, algo que consideraba como solo mio, un gesto tan pequeño pero que en mi interior se hacia enorme. Estaba equivocada al pensar que solamente sonreías para mi, con ese afán de conquistarme cada vez mas. Pequeña ilusa fui, diminuta junto a la inmensidad de la que se trata el amor, cegada por palabras, por momentos y golpeada de frente con una realidad fria y dolorosa.
Equivocada de creerle nuevamente al amor, de tratar de repetir la misma historia por una 3ra vez y suponer que el final seria distinto. No le temo al amor, no me alejo de el, no lo corto cuando ya todo se vuelve confuso, simplemente acaba.. hay algo siempre que me detiene. Corro con pasión hacia el amor y termino  estrellandome con una pared, como si nada, como si todo. No logro avanzar en esto, me siento frustrada, cansada, harta de lo mismo. Trato de que todo surja y suceda de una manera distinta y la vida solo se encarga de hacer todo cada vez mas difícil.
No quiero estar cerca de ti, no quiero saber mas de ti, no quiero que este sentimiento crezca porque a pesar de que no es lo suficientemente grande ya me esta dañando.
Quiero caminar despacio y darme cuenta antes de la enorme pared con la que voy a chocar y entonces.. evitarla. Tal vez lo logre mas adelante, solo tal vez.

¡Piensame!

En un trozo de papel a las casi 5am es un nuevo año y no siento diferencia de hace unas horas atrás  Los fuegos artificiales no llenaron por completo mi corazón como si lo hicieron con el cielo, tal vez solo tal vez esperaba demasiado.
Trato de dormir luego de muchas risas, abrazos, bailes y películas  concentrarme solo en eso y lo único que encuentro en mi mente no es un sueño reparador, eres tú. Tratando de dormir y ordenar mis ideas solo consigo cortar con mis pensamientos debido a la estridente voz en susurro de mi prima preguntándome: Sophie ¿estas dormida? a lo que solo logro responder con un suspiro de agotamiento y un débil no con muy poco aire.
Vuelvo a donde estaba, mi cabeza, mis pensamientos y tu ahí de protagonista, liderandolos como si te pagaran por hacerlo, pero no, siento que yo debería ser la dueña de todo esto.
Trato de buscar respuestas a tantas incógnitas juntas pero solo encuentro muchas más preguntas.. ¿ estarás pensando en mi tanto como yo pienso en ti?
Escucho los autos pasar al igual que cualquier otra noche en esta cama, un gato camina por el techo y sin duda no tengo ganas de dormir.
Me siento realmente penosa de sentirme así, no poder conciliar el sueño y envidiar la respiración profunda de un cálido dormir de mi hermana pequeña.
Es 2013 ya y el comienzo es tan igual a otros años que realmente no me sorprendería que acabara igual.
Quisiera saber que hora es, ver mi rostro en algún espejo y ver mi pelo despeinado ya no tan liso, mi maquillaje un tanto corrido de su lugar inicial, desearía poder simplemente callar mi mente y dormir de una vez por todas, despertar sintiéndome distinta.
Te necesito en mi 2013 pero no se cuanto.

Luces apagadas, es momento de "dormir".


+ No te esperaba pero apareciste.
+ Tu sonrisa brilla mas que mil fuegos artificiales juntos.
+ Quería no necesitarte pero a pesar de todo fui débil y aquí estoy.. pensándote como estúpida.


PD: Las explosiones de fondo sencillamente logran asustarme demasiado :s.