Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti.

lunes, 25 de febrero de 2013

Guerra de estrellas.

Mis pulmones se inundan hasta el ultimo rincón de aire, pero ¿qué clase de sensación es esta?
Cierro mis ojos para disfrutar cada una de las exhalaciones, siento paz.
La bandera finalmente se interpuso en la guerra, las muertes acabaron, las lagrimas se secaron, los gritos fueron callados y el cielo se despejo, no habrá lluvia.. al menos esta noche no.
Miro las estrellas ¿siempre han brillado así? Trato de dar vueltas en mi mente pero esta vacía  no tropiezo con nada. Busco en mi corazón y sencillamente late en un eco relajado y parejo, nada sale de lugar.
La sonrisa fugaz aparece casi como un mensaje subliminal pero mi parpadeo fue mas rápido  no la vi venir, no la sentí, no me paralizo, no causo que mi estomago se apretara.
¿ Estaré desencantada? Fui libre de una guerra, la victoria no es precisa quien la consigue pero eso ahora no importa.
Miro mi cuerpo en búsqueda de alguna herida y solo puedo ver cicatrices alrededor de mi pecho. Gritos cerrados, ataques hacia mi corazón, nada profundo.
El cielo sigue moviéndose, las estrellas siguen brillando para mi, la luna esta oculta.
Una estrella fugaz pasa y mi único deseo es.. ya no sentir nada más.

jueves, 14 de febrero de 2013

Juego.

Cuatro horas diferentes en mi vida.
Ocho latidos de corazón.
Dos horas y media de una secuencia de acción.
Cálidos abrazos, delicadas caricias, divertidos juegos de manos, risas sencillas, miradas tímidas y calladas, golpes juguetones.
Una de las personas liderando el juego, trazando las reglas, moviendo las situaciones, decidiendo que hacer. La otra persona acatando cada una de las cosas, dejándose llevar por los momentos y las circunstancias. Nadie le advirtió que involucrar los latidos de su corazón le iban a costar un poco más que solo cuatro horas. Para el creador de esto no era mas que un inocente juego, nadie saldría lastimado o herido pero debió pensarlo al menos dos veces, aun así lava sus manos de culpa alguna, habla con calma y se muestra distante y tranquilo, muestra esa sonrisa brillante, tan brillante que causa lagrimas en los ojos de la otra persona quien cae de rodillas sobre sus ilusiones. No hay manera de volver atrás  un pequeño juego, algunas pequeñas palabras, algunas muestras de interés cambiaron todo lo que pensaba.
El primer jugador se va, como si nada, como si todo, al mirar atrás aun sigue con su tonta sonrisa para quedar bien.
Eras un experto en pedir perdón y mantener cada juego borroso y aun así huir de las situaciones sin hacerte cargo de las lagrimas rotas, de la mirada apagada, forzando cada vez mas todo. Volviendo a tratar con tu maniático y egoísta juego una y otra vez más.
El segundo jugador se levanta del suelo, no entiende como luego de tanto sea tan nada, ya no hay reglas, ya no hay juego, esto se acabo.

martes, 12 de febrero de 2013

Algún día.

Y no será la ultima persona que me haga latir el corazón a prisa, que haga que mi estomago se apriete con tan solo una sonrisa, que espere ver el cielo en sus ojos, que saque de mi lo más cursi y lo lleve a escritos que quizás tiempo adelante busque y deteste leer pero aun así mis ojos querrán pasar sobre mis letras enamoradas una y otra y otra vez más, haciéndome sentir casi como una persona normal, como una adolescente normal, que le gusta el chico que no se fija en ella, que idealiza cosas en su mente que tan solo logra concretar ahí y solo ahí, que a pesar de querer mucho logra poco, cubierta con un manto de timidez y miedo que la acurruca casi como una niña pequeña y le susurra como canción de cuna "no lo hagas, no vale la pena". No será la primera vez que suspire pensando en alguien o que me enoje conmigo misma por no ser de tal manera, es un comienzo de gruñidos poco femeninos, de pasarme un rato dándole vueltas a asuntos que solo son caóticos en mi mente y a oídos de cualquier amistosa persona son de lo mas normales, de esperar palabras y de ver tu cara y sentirte mas cerca, aun aferrada a la ilusión estúpida que de algún día   si suceda algo digno de ser relatado, explayado e incluso soñado en mi mar de pensamientos. Desespero por el olvido pero esa melodía de tu corazón no deja de latir sonoramente en mi cabeza y hace que a cada segundo seas tu mi pensamiento, un rato para quererte un poco más y un rato mas largo para querer odiarte tan solo un poco mas, pero de ninguna manera nada logro hacerlo bien.
No será la ultima vez que me suceda algo así, al menos.. eso creo yo.