Las cosas son simples, están ahí y no verlas es como tratar de decir que no hay nubes en un día nublado.
Cada día que pasaba era un día nuevo para inventar una excusa para alejarnos cada vez mas hasta el punto en que hablar todos los días ya no era necesario.
Comenzar a conformarse con un saludo casual, un pequeño conjunto de rutinarias risas y bromas sin sentido alguno.
Y ¿sabes que? Te extraño.
Es desesperante saber que estas y no.
Que siempre yo y jamas tu.
Que al ser tu solo jugabas.
Que al ser yo solo me ilusionaba.
Tenerte a dos metro de mi y sentirte una galaxia mas allá.
Absorber palabras y escupir suspiros.
Tonta, ilusa e inocente.
Tú, un empedernido relleno de carisma y falsedad.
Pero te extraño.
Extraño creer palabras y conformarme.
Eras ese dolor en el corazón que de alguna estúpida forma me hacia sonreír.
Caminar sintiendo que voy en círculos porque me desespero de pensar estática.
No se que estoy esperando y me canse de creer entender que estas buscando.
Pero te sigo extrañando y no lo entiendo.
¿Que hiciste en mi que no puedo dejarte de lado?
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